Pistas para divorciadas

Eso lo dice el INE, pero hay más de una que no termina de creérselo, porque ¿dónde están todos esos hombres entre los treinta y tantos y los cuarenta y pocos, solteros, disponibles y dispuestos a rehacer su vida sentimental? M y G dicen que ya no saben si acudir a la guía telefónica. Lo dice Meeting: las reglas del juego han cambiado, pero si tú reservas una cancha de tenis y acudes con tu mejor conjunto (pongamos como el de María Sharapova) y te encuentras más sola que la una, ya me dirán para qué sirven las reglas y la evolución humana.

Recién pasa una el trauma del divorcio, los profesionales aconsejan no lanzarse de lleno a la pista de baile. Seamos realistas: en las discotecas hay más versiones de Lionel Richie en Say you, Say me (ergo, cazadora corta de vinilo roja, bigote y pantalones pitillo) que del Duque (Miguel Ángel Silvestre, para las no iniciadas).

En fin, la pregunta podría ser, queridas amigas divorciadas, ¿dónde están los pocos que entran en la categoría de personas normales? Y la respuesta es simple: en los parques infantiles, haciendo las cosas que les tocaba hacer a sus mujeres cuando no se habían divorciado y que ahora se han convertido en su tarea los fines de semana. Eso cuando hace buen tiempo. En chubascos, lloviznas y levantes, búscalos en Mc Donald's. Les reconocerás por esa mirada de cachorrillo de perrera que quiere ser adoptado.

De nada.