La Parcelita

Estamos en plena semana grande de los Carnavales y un año más hemos vuelto a caer en las mismas incongruencias. No entiendo cómo en el programa oficial se incluye el día uno de febrero si, salvo la final en el teatro Falla, no hay ninguna actividad en la calle. Son numerosas las personas que llegan a Cádiz ese día y se las ve deambulando de un lado para otro por nuestra ciudad, con la cara pintada e incluso disfrazados, pensando que ya ha comenzado el Carnaval. No sé de qué sirve la experiencia de un año para otro si caemos en los mismos fallos.

Como muy bien denuncia la comparsa de Momo en su popurrí, tenemos unas fiestas plagadas de absurdos. Son unos Carnavales con muy mala programación para el visitante. Todo lo basamos en las agrupaciones que, aunque sin duda son importantes, de ninguna manera debe ser lo único. La gran cabalgata del domingo es un desfile de carrozas, pero sin ningún contenido entre ellas. Si quitamos a las Ninfas y ponemos en las carrozas a los tres Reyes Magos, es el mismo de la Navidad. Desde que hace unos años se «descubrieron» los muñecos hinchables, los dinosaurios, el mamut, el hipopótamo etc., ya no se ve otra cosa entre las carrozas. Meten en todos los desfiles una ingente cantidad de «bichos gigantes» que no significan nada y menos en carnaval. Deberíamos aprender de otras ciudades, que sin haber tenido tradición carnavalesca como Cádiz, presentan unos desfiles espectaculares.

Aquí, salvo algunos conciertos que se van a celebrar en la plaza de San Antonio, el resto de la programación está relegado a los concursos organizados por peñas o entidades carnavalescas. Un programa oficial, lo que se dice un programa propio de Fiestas, no existe. Hay que tomárselo más en serio porque lo que hay actualmente vale más bien poco. Desgraciadamente Momo tiene mucha razón.