Expulsan a dos alumnos de un instituto de Chiclana por acosar a dos compañeras

Los recreos, los minutos de descanso entre clase y clase y aquellos momentos que escapaban de la vigilancia adulta eran aprovechados supuestamente por dos alumnos del Instituto Ciudad de Hércules, en Chiclana, para acosar a dos compañeras. Ésa es la acusación vertida por las presuntas víctimas ante la Guardia Civil y que ha valido la imputación de los adolescentes, de 14 años, que además han sido expulsados del centro educativo durante un mes.

Las niñas, que cursan estudios de segundo curso de la ESO, acudieron el pasado martes, en compañía de sus padres, a la Oficina de Atención a la Mujer y el Menor del cuartel de la Guardia Civil. Allí relataron cómo llevaban unos tres meses sufriendo el acoso de dos compañeros de su misma clase. Estas adolescentes, de 14 años, explicaron que los chicos las buscaban en los descansos, las acorralaban y les realizaban tocamientos con el fin de mantener relaciones sexuales.

Las jóvenes señalaron que esa actitud se fue agravando con el paso del tiempo y que los supuestos acosadores ya las amenazaban y utilizaban la fuerza con el único objetivo de amedrentarlas para lograr sus propósitos. Fuentes cercanas al caso confirmaron que los denunciados no lograron consumar ninguna agresión sexual gracias a la resistencia que mostraron las presuntas víctimas.

En la denuncia, las jóvenes también señalaron que esos abusos habían sido presenciados por otros compañeros y que lo habían puesto en conocimiento de la dirección del centro educativo.

Este periódico se puso en contacto ayer con la delegación provincial de Educación para conocer qué tipos de medidas se habían adoptado en el instituto. Un portavoz confirmó que el jueves de la semana pasada, los dos estudiantes denunciados habían sido expulsados por un periodo de un mes. Durante este tiempo, los alumnos seguirán bajo la supervisión educativa de su tutor para que no pierdan por completo la marcha del curso. Cuando regresen, el instituto tiene previsto arbitrar otras medidas como el cambio de grupo de los dos jóvenes para alejarlos de las denunciantes. Por ahora, según las mismas fuentes de la delegación provincial, no se ha barajado la posibilidad de trasladarlos de instituto; una petición que pueden realizar los padres de las niñas o proponerlo los responsables del centro de Secundaria.

La Guardia Civil citó a los menores acusados, que son de origen chileno y argentino aunque residen en Chiclana, para que declararan en el cuartel después de haber recogido los testimonios de las menores. Los chicos están imputados por su supuesta autoría en un delito contra la libertad sexual y están a disposición del fiscal, que los interrogará mañana para posteriormente proponer medidas cautelares.

Intervención educativa

El portavoz de la delegación provincial de Educación destacó la rápida intervención de la dirección del instituto al ser informado del acoso que estaban padeciendo dos de sus alumnas. Y es que las menores recurrieron a su jefe de estudios cuando decidieron no aguantar más la situación. Éste dio parte al director, «quien se entrevistó con todos los implicados y con otros alumnos, para tratar de aclarar qué había ocurrido». Otros estudiantes de la misma clase confirmaron a la dirección que las adolescentes no mentían y que habían sido testigos de tocamientos a la fuerza.

Para este tipo de casos, la Consejería de Educación tiene un protocolo específico de actuación que aplican los responsables de los centros educativos. La primera medida que se lleva a cabo es la inmediata separación del agresor y su víctima para evitar nuevos episodios desagradables, «aunque sin olvidar la perspectiva educativa, incluso la de los denunciados». El portavoz de Educación recuerda que hasta los 16 años, los menores tienen la obligación de estar escolarizados.

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