La empresa prevé tardar sólo siete semanas en echar abajo la Subdelegación. / MIGUEL GÓMEZ
CÁDIZ

El Ayuntamiento sigue sin dar la licencia para tirar la Subdelegación

El contrato para las obras de derribo se adjudicó en junio del año pasado

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Siete meses después de que la obra del derribo de la Subdelegación del Gobierno se adjudicara en Madrid a la empresa Erri Berri, el edificio aún sigue en pie. Los responsables de la Subdelegación están a la espera desde hace semanas de la preceptiva licencia que tiene que otorgar el Ayuntamiento de Cádiz.

La excusa que ofreció el equipo de Gobierno en un principio fue que el expediente iba a aprobarse pero que a última hora se había retirado para aclarar algunas dudas técnicas. La alcaldesa, Teófila Martínez, dijo a principios de año que la licencia se otorgaría la semana siguiente. Sin embargo, no llegó. En la última Comisión de Gobierno aseguró que el problema era que el técnico encargado de este tipo de trámites había cambiado. Lo cierto es que los responsables del Gobierno central en Cádiz, con Sebastián Saucedo a la cabeza, acusaron al Ayuntamiento de obstaculizar este trámite «deliberadamente».

Desalojo del edificio

El derribo estaba previsto en principio para el mes de octubre, después de que los funcionarios desalojaran el edificio y se mudaran al inmueble del antiguo Banco de España, justo frente a la Subdelegación.

Fuentes de la Subdelegación recordaron que sólo para este año se ha destinado una partida de nueve millones de euros en los Presupuestos Generales del Estado. En total, la nueva sede costará 47 millones de euros.

La idea de sus responsables, además, es ir cumpliendo los plazos previstos para que de esta forma el edificio pueda estar finalizado en 2012.

La intención de Patrimonio del Estado es que la nueva construcción tenga una arquitectura de calidad y contemporánea. De hecho, el estudio de detalle se encargó a un prestigioso despacho de Sevilla: el de Antonio Cruz y Antonio Ortiz.

Los planes iniciales suponían que las obras de demolición duraran sólo siete semanas. La empresa adjudicataria, la navarra Erri Berri es la misma que se ha encargado del derribo del Fondo Norte del estadio Carranza. De hecho, la maquinaria empleada en las instalaciones deportivas será la misma que se use para echar abajo la Subdelegación. Será una demolición controlada. Una retroexcavadora de 35 toneladas, con un brazo de demolición de 25 metros irá cortando el hormigón y el metal. Algo parecido a unas tenazas que irán arrancando de cuajo los materiales de construcción.

La adjudicación de este contrato -que agrupa el edificio de Subdelegación y el chalé del antiguo gobernador civil- incluye también la limpieza de escombros de todo el solar.

mcaballero@lavozdigital.es