«En el kárate no existe el primer ataque, prima la defensa»

-¿Cuándo empieza su afición por el kárate?

-Mi afición empezó con siete años, como una actividad extra escolar en mi colegio. Y hasta ahora, que he llegado a ser instructor de la escuela municipal.

-Es usted segundo dan. ¿Qué significa eso exactamente?

-Cuando consigues el cinturón negro, a partir de ahí hay diez grados. Yo, como dices, soy segundo dan, pero por la línea del que fue mi maestro, Taiji Kase. Para conseguir un dan hay que hacer una especie de oposición, por así decirlo. Este segundo dan lo conseguí en Bélgica, porque, al fallecer mi maestro, el que tomó su bastón fue un discípulo suyo que tiene el séptimo grado y que es de ahí.

-Hay muchos tipos de artes marciales. ¿En qué se diferencia el kárate de los demás?

-Bueno, se puede decir que el abc, los pilares de las artes marciales es el kárate. Este arte es quizás más estético, más lineal y sigue una serie de katas. Además, hay también modalidades deportivas.

-Lo que sí está claro es que ésta, como todas las artes marciales, es un sistema de defensa más que de ataque.

-Exacto. De hecho, hay un dicho japonés que dice que en el kárate no existe el primer ataque. Es un sistema de defensa.

-El kárate es un arte basado en el empleo de los puños y las patadas, pero también se utilizan otros instrumentos.

-Sí. En Okinawa (Japón), que es donde se puede decir que nace el kárate, los campesinos que vivían ahí se defendían también con los instrumentos propios del campo, de arar. Eso, con el paso del tiempo fue evolucionando hasta los instrumentos que hay ahora como los nunchakus, por ejemplo.

-El kárate que se suele reflejar en las películas difiera bastante de lo que es en la realidad, ¿verdad?

-Pues sí. En el cine hay mucha acrobacia y fantasía. Mi maestro, por ejemplo, tiene más calma, prudencia, lo suyo es un kárate más interior.

-¿A qué edad es recomendable comenzar con el kárate?

-Yo siempre digo que no tiene edad, sin ir más lejos tengo un alumno de 58 años, pero sí es cierto que los niños pequeños amoldan mejor su técnica y captan mejor todo lo que se les enseña.