«Sólo nos queda tener confianza en ellos»

Ser una estrella mediática no es fácil. Son muchas las presiones y las trabas que hay que vencer. La fama, a veces efímera, puede llevar aparejadas consecuencias imprevistas y desagradables. Por eso, nunca está demás que los famosos cuenten con un séquito detrás que les mantenga los pies aferrados al suelo. En ocasiones, éste es el papel que ejercen los familiares, las parejas o los amigos de los artistas, que pase lo que pase, siempre están ahí para celebrar las victorias o frenar las caídas.

Para los miembros de Melocos sus madres son un importante apoyo, ya que siempre han secundado sus aspiraciones musicales y han favorecido la supervivencia de esta banda joven que en tan sólo unos meses ha conquistado los primeros puestos de las listas de ventas. Mamen, Pilar, Macu y Ana, las madres de los cuatro miembros fundadores del grupo -Gonzalo, Andrés, Manu y Jaime, respectivamente- se muestran ilusionadísimas ante la buenaventura de sus vástagos.

«El otro día salieron en Arrayán», comenta Macu, «y en medio del Tomate también», apunta Mamen, quien a su vez confiesa que graba todas las apariciones en televisión de los jóvenes e incluso vota para que Melocos continúe ascendiendo en la lista de Los 40 Principales -actualmente están en el puesto 6-.

Como viene a ser habitual, el conjunto nació como un grupo de compañeros de colegio. No obstante, no se quedó ahí, entre fiestas de fin de curso y clases de música, las inquietudes musicales de estos cuatro chavales trascendieron las fronteras de la escuela para convertirse en una formación de éxito. Aun así, en algunos momentos estuvo a punto de perderse en el camino. «Si el grupo sigue es por Gonzalo, que siempre estuvo detrás de los demás para ensayar», explica Mamen. «Es verdad, es el alma del grupo, todos lo dicen en las entrevistas», secunda Ana.

En cuanto a la fama, coinciden en que a los chicos no les afecta y que por el momento lo llevan bien. «Yo soy la que todavía no me lo creo, el otro día entre en una tienda de electrodomésticos y de repente salió la cara de mi hijo en cientos de televisiones, fue muy raro», recuerda Ana, «pero a ellos no es algo que les incomode. En otra ocasión, fuimos a comer toda la familia y, de repente, mire a Jaime y estaba rodeado por un montón de niñas firmándoles autógrafos».

Los peligros de la fama

Para estas mujeres, el principal temor radica en la vorágine que rodea el universo del espectáculo como la cuestión de las drogas. «Llega un momento en que lo único que puedes hacer es confiar», coinciden, «no obstante, hoy en día, el acceso a las drogas los chicos lo tienen en cualquier sitio», reconoce Ana. «A mí lo que me da miedo es que el ritmo les supere y tiren de donde no deben», afirma Pilar, a lo que Macu añade «no debemos presionarles con los estudios, hay que ser conscientes de que van a tardar más en acabar sus carreras». Y es que, pese a su flamante éxito musical, estos cuatro gaditanos no piensan dejar de lado sus estudios. «El otro día me llamó Andrés y estaba en Palma de Mallorca que habían ido a una entrega de premios. Les habían puesto un barco a todos los artistas y él, estaba estudiando en el hotel. Qué voluntad», sostiene Pilar.

En lo referente a los amoríos, las madres se muestran indiferentes, «ligarán ahora más, pero tampoco cuentan mucho», subrayan. «Los que ligan son dos de los hermanos de Jaime, que se parecen mucho a él y van por ahí firmándoles a las niñas y cantándoles canciones al oído», bromea Ana.

Lo cierto es la vida de estos cuatro jóvenes gaditanos ha dado un vuelco espectacular desde que Sony los fichara para lanzar su primer disco, Cada Golpe, un trabajo que si continúa funcionando así, seguro que no será el último.

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