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Polonia paraliza los aviones CASA tras un siniestro con 20 muertos

El aparato de fabricación española chocó contra unos árboles y se incendió

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El Ministerio de Defensa polaco anunció ayer que sus nueve aviones de transporte C295M, fabricados por la empresa española CASA, no volarán hasta que sean revisados por los expertos, tras el accidente de uno de estos aparatos la noche del miércoles, en el que perdieron la vida sus veinte ocupantes. La Fiscalía militar de Poznan anunció que abrirá una investigación sobre la tragedia.

A pesar de la catástrofe que tuvo lugar en el aeropuerto de Miroslawiec, los expertos militares polacos consideran que sus aparatos CASA son completamente fiables y muy seguros. «Son buenos aviones, como demuestra el hecho de que los poseen varios ejércitos, y estoy seguro de que en unos días volverán a estar operativos y a volar», aseguró el ex ministro de Defensa y vicepresidente del Parlamento, Jerzy Szmajdzilski.

El aparato, procedente de Varsovia, se precipitó desde unos cien metros de altura a un terreno boscoso adyacente a la pista de aterrizaje y provocó una explosión que lo envolvió todo en llamas. En el avión viajaban cuatro miembros de la tripulación y dieciséis pasajeros, todos ellos oficiales del Ejército, que regresaban de una conferencia militar que tuvo lugar ayer en la capital. Entre los fallecidos se encuentra el general de brigada Andrzej Andrzejewski, uno de los altos mandos de la fuerza aérea.

Traslado de tropas

El modelo C295M es utilizado para el traslado de tropas y material a las bases que mantiene en Afganistán e Irak, por lo que los responsables militares se plantean ahora recurrir a aeronaves alquiladas o solicitar la colaboración de países amigos mientras dure la revisión de los CASA.

El Ministerio de Defensa confirmó que el avión siniestrado estaba en buenas condiciones y había sido revisado previamente, por lo que todo apunta a que el accidente podría deberse a un error del piloto y a las condiciones atmosféricas, con viento y lluvia.

Recientemente el diario Rczespospolita desveló que la gendarmería militar investiga la compra en 2001 de estos aviones, ya que podría haberse incumplido el compromiso de crear en Polonia un centro de reparación para los aparatos, que en caso de avería tienen que llevarse a España.