OPINIÓN

Colegas

Qe haya buen rollo en el trabajo entre el jefe y sus subordinados es estupendo. Pero en algunas profesiones no se debe cruzar esa delgada línea que separa el buen rollo del compadreo. Una de esas profesiones en la que no es recomendable traspasar esa línea es en el deporte, especialmente si es de élite. Y aquí en Cádiz, en el Cádiz, se ha desbordado y con creces. He notado que en el vestuario del Cádiz hay tan buen rollo con el entrenador que estamos en la fase del compadreo. Aquí los jugadores llaman a su entrenador en las ruedas de prensa por el nombre de pila, es decir, Antonio.

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

¿Qué fue de ese respeto de los jugadores al entrenador dirigiéndose a él como el Míster? No quiero decir que no respeten a Calderón por llamarlo por su nombre de pila, pero sí digo que denota pérdida de autoridad. Si para controlar a ese vestuario el camino elegido es ese, mal vamos. Es algo que, dicho sea de paso, se veía venir desde que Calderón decidió someterse a la imposición de los cabecillas del vestuario secundando el veto.

Durante todo el tiempo que llevamos con este absurdo veto (se está faltando a la verdad en cuanto a que se dicen que se sacan cosas personales, eso es mentira) han pasado por el vestuario cadista cinco entrenadores diferentes con sus cinco respectivos segundos. Y sólo Calderón se ha sumado al veto. Los otros cuatro (Víctor Espárrago, Oli, Jose González y García Remón) no lo secundaron. Intentaron arreglarlo o en el peor de los casos se mantuvieron al margen, pero nunca se sumaron. Pero claro, viendo como les fue a los anteriores, Calderón habrá pensado que es mejor ir con ellos, no vaya a ser que se enfaden los que cortan el bacalao en ese vestuario y se acabe antes de tiempo la era Calderón como técnico del primer equipo. Entre que da la impresión que con tal de que no se le escape de las manos la plantilla está accediendo a todo lo que los jugadores desean, y entre que le están desmantelando el equipo ante sus narices y no abre el pico para que no se enfade el presidente, a mí me da mucho que pensar todo esto y en especial la actitud de Calderón, que me está sorprendiendo negativamente ¿A ustedes no? Como diría Papuchi, raro, raro, raro. Y punto.