Bangoura para curar las heridas

El Cádiz pierde ante el Hércules y pocas horas después el club anuncia el fichaje de Sambengou Bangoura, delantero guineano procedente del Boavista portugués. Este fichaje, fraguado el sábado y confirmado ayer en tierras lusas, viene a curar las heridas tras una semana infernal y con el objeto de devolver la ilusión a una afición desengañada.

Sambegou Bangoura (3 de abril de 1982) es un atacante africano que destaca por su potencia, su fortaleza y su juego de espaldas (1,85 metros). Como curiosidad, comenzó jugando al baloncesto en su Guinea natal, de ahí su potente salto.

Es el futbolista de referencia que pedía Antonio Calderón, aunque era la opción secundaria por si Congo no se decantaba por la oferta cadista.

El jugador llega procedente del Boavista, equipo de la primera división lusa, con una opción de compra. Si a final de temporada el club amarillo hace efectiva esta cláusula, firmará al jugador por dos temporadas más con opción a una tercera.

Está previsto que el delantero llegue a Cádiz este jueves para pasar el pertinente reconocimiento médico e inmediatamente después será presentado como nuevo jugador cadista. Ha pedido permiso para solucionar unos temas personales en Bélgica (jugó allí la temporada pasada en el Bruselas) y luego vendrá a la Tacita.

Barla, en Portugal

José Manuel Barla voló ayer por la mañana a tierras lusas para lograr la firma del futbolista, toda vez que el presidente cadista ya rubricó el contrato el pasado sábado. El guineano jugó el encuentro de Copa ante el Naval, y después se ha cerrado la operación.

Es internacional con Guinea Conakry, jugó las últimas dos ediciones de la Copa de África y fue preseleccionado para esta última que acaba de comenzar, aunque al final no está convocado. Comenzó su carrera en Bélgica, en las filas del Lokoren, y posteriormente fichó por el Standard de Lieja. Correcaminos del fútbol, dio el salto a las islas británica, al FC Stoke (First Division), y a continuación regresó a Bélgica para enrolarse en el Bruselas. De ahí pasó al Boavista, donde ha tenido muy pocos minutos ya que no contaba para el entrenador.

Le precede una fama de buen futbolista mancillada por algunos problemas familiares y una conducta un tanto díscola que le llevaron a abandonar el fútbol británico (fichó por 1,4 millones de euros y fue vendido por cerca de 400 mil euros al Boavista).

Alcanzando la madurez futbolística, quiere triunfar en el Cádiz después de varios intentos fallidos en diversas ligas europeas. jaguilera@lavozdigital.es