Las pintadas de la vergüenza

a historia se repite. No es la primera vez que sorprenden a unos individuos spray en mano manchando las paredes de nuestra ciudad y, de paso, la reputación de la alcaldesa jerezana. La cuadrilla de miembros de la CGT que se dedicaba a ensuciar nuestras calles con insultos barriobajeros hacia la primera edil debe recibir una sanción ejemplar. Sirva como propuesta la siguiente: que nos dejen a todos los jerezanos escribir en la fachada de sus respectivas casas que es lo que opinamos sobre ellos y sus aficiones. No estaría mal.