PORTEROS. Dudek y Casillas, en un entrenamiento. / EFE
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El derbi más igualado se juega en terreno abonado para el Real Madrid

Bernd Schuster arriesgará con el 'tocado' Pepe en un duelo de altura El líder de Primera y el Atlético miden su motivación y eficacia de cara a puerta

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Llega el derbi más igualado de los últimos tiempos, en el que el Atlético tiene puestas todas sus ilusiones para acabar con la maldición que le persigue cada vez que se enfrenta al Real Madrid y para frenar el camino de los blancos hacia el título. En terreno abonado para el Madrid, que no pierde en el Calderón desde hace casi nueve años, aunque sólo se disputen tres puntos esta tarde hay mucho más en juego entre los dos eternos rivales.

Para el líder, la posibilidad de dar otro golpe a la Liga, apartar de forma definitiva al Atleti de la lucha por el campeonato, resarcirse de su dolorosa despedida copera y confirmar su motivación en los duelos de altura. Para el Atlético, romper su actitud derrotista ante su mayor enemigo, recortar distancias para meterse en la batalla liguera -o hacerle un favor al Barça- y demostrar que su fútbol no tiene nada que envidiar ahora al del Madrid, aunque la calidad y pegada de los blancos sea superior.

A pesar de que el Madrid ha batido un récord de puntuación en la primera vuelta y marcha a ritmo de récord, el Atlético ha realizado la mejor mitad de Liga desde el doblete y no existen argumentos futbolísticos convincentes para aventurar que los blancos volverán a triunfar en el Calderón. Sin embargo, en estos derbis pesa, ante todo, el estado anímico, la mentalidad ganadora, la ambición... y sabido es que el Madrid, pese a su pésimo fútbol generalizado, suele dar lo mejor de sí y cambia su actitud de forma radical en los grandes choques, y que el Atleti, quejas arbitrales aparte, se asusta ante los blancos y no olvida su complejo de inferioridad.

Esta vez, en cambio, el momento de forma es tal y existe tanta confianza en Agüero y Forlán, que los rojiblancos están convencidos de que el Madrid, por mucha eficacia y oficio que tenga, caerá en el Calderón. «El equipo ha ganado en autoconfianza y seguridad y no se siente menos que nadie», asegura Javier Aguirre.

Riesgo defensivo

El objetivo del Madrid es repetir la imagen del Camp Nou, con muchas seriedad defensiva y sorprendiendo a la contra. Por eso Bernd Schuster ha decidido arriesgar con Pepe, que aunque no está recuperado aún de su contusión en el tendón de Aquiles de su pierna derecha -«No está del todo bien», reconoce el alemán-, es una pieza clave en el centro de la zaga blanca. El central brasileño podría jugar incluso infiltrado para no perderse una cita en la que le tocará emplearse a fondo junto a Cannavaro para intentar anular a la pareja de goleadores rojiblancos. Así, se mantendrá la defensa titular y, pese a las numerosas bajas que han dejado al Madrid casi en cuadro, Schuster podrá elegir para el centro del campo entre Sneijder o Guti, aunque con Diarra en la Copa de África se ha roto la pareja de pivotes que el malí formó con el emergente Baptista en Barcelona.