Antonio Calderón da instrucciones a Dani.
Cádiz C.F.

Otro impulso hacia arriba

El Cádiz quiere sumar ante el Hércules un nuevo triunfo para acabar la primera vuelta en la zona alta y superando la barrera de los 30 puntos Calderón sacará de inicio a un once con Dani y Casas como dupla atacante

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Centren su atención. Aunque sea durante 90 minutos. Olvídense de los Ogunsoto, Congo, Pavoni, Lobos, Vella, Saúl, Adrián e infinidad de nombres más que están apareciendo alrededor de la órbita cadista durante todos estos días y los que restan hasta dar por concluido el mes de enero.

Olvídense de ellos. O no. Porque desde que el mercado invernal abriera sus puertas con la precipitada salida de Lobos al fútbol mexicano, lo cierto es que el Cádiz, a la chita callando, se ha colocado casi de puntillas a cuatro puntos de los puestos de ascenso.

El equipo ha sabido situarse al margen de tanta controversia instalada en el entorno debido a la avalancha de críticas dirigidas a la directiva por la venta de Lobos y la tardanza en los fichajes. Sin hacer ruido, la plantilla está ayudando a su presidente a capear un temporal que está resultando de lo más liviano. Y es que nada como las victorias para hacer olvidar.

Está comprobado que este Cádiz se siente mucho mejor trabajando a la sombra de la noticia, en un segundo plano. Así llegó el triunfo en Tarragona justo después de una semana en la que Lobos, con su marcha, se convirtió en el principal foco de noticia. La excepción fue el partido ante el Málaga en casa donde pasó factura el polvorón con que llegó al equipo tras la Navidad. Pero de nuevo llegó una semana en la que información sobre la despedida de Pavoni al fútbol griego eclipsó por completo el trabajo diario del equipo amarillo. Llegó el domingo y el equipo volvió a cumplir.

La victoria en Sevilla ha dejado al equipo a cuatro puntos del ascenso. Todo un éxito para el combinado de Antonio Calderón, un entrenador que con el tiempo, y avalado especialmente por los resultados conseguido a través de un juego aceptable, se ha ganado el respeto de todos.

Lejos de amilanarse, el equipo amarillo se ha hecho más fuerte con la salida de los dos jugadores más idolatrados por la afición (Lobos y Pavoni). La recuperación del bloque se ha producido a la sombra de un entorno que se ha olvidado del equipo por un mes para centrar su atención en un mes de fichajes que, de momento, sólo está sirviendo para aliviar de aires argentinos el vestuario.

Hoy de nuevo toca jugar otro partido clave como culminación a una semana donde Ogunsoto se ha llevado todos los titulares. Una vez más, el equipo cadista ha vuelto a pasar desapercibido informativamente para comodidad de un grupo que se siente más unido que nunca pese a la marcha de varios jugadores. Está comprobrado que a este equipo le sienta de maravilla la tranquilidad que le reporta trabajar a espaldas de la actualidad, que ahora se centra más en la llegada de fichajes.

Mentalizados

Pero que nadie se equivoque. Aunque fuera apenas se haya hablado del Hércules, dentro del vestuario de Calderón no se ha hablado de otra cosa. Sus jugadores están mentalizados para conseguir una victoria ante un equipo que maneja muy bien las jugadas a balón parado. «Tenemos que tener muy claro que debemos estar concentrados desde el primer minuto», dijo recientemente el técnico cadista para avisar a sus jugadores que no permitirá otro error tan gordo como el que costó la derrota ante el Málaga hace 15 días.

Para este partido, Antonio Calderón ha tenido que hacer frente a dos eventualidades de última hora como son la baja segura de Diego Rivas, que sufre una contractura en el bíceps femoral de su pierna derecha, y la seria duda de Parri, que lleva dos días con un virus gástrico. Para suplir esas bajas, Calderón no ha dudado en llamar a dos canteranos en los que está depositando una confianza admirable. No obstante, reservará tanto a Bienve como a Fran Cortés para dar prioridad a los profesionales.

La ausencia de Diego Rivas será cubierta por Bezares, que volverá a compartir el doble pivote con Fleurquin para sopor de una afición que ya se ha cansado hasta de exigir un medio centro de toque. Y arriba, aprovechará la gastroenteritis de Parri para dar dar entrada en el once a Gastón Casas, máximo goleador del equipo que acompañará en la delantera al trianero Dani.

Rival en horas bajas

Para acabar la primera vuelta superando la barrera de los 30 puntos, el Cádiz deberá doblegar a un Hércules que es un polvorín. Pese a tener su puesto en peligro, Andoni Goikoetxea no ha dudado en quitarse del medio a dos jugadores con los que no contaba y que para colmo les estaba contaminando el vestuario con sus declaraciones. El portero Sergio Aragoneses y el centrocampista Javi González fueron apartados de la plantilla por el técnico vasco con el beneplácito de la directiva.

Y si difícil tenía Goikoetxea hacer frente a la papeleta de hoy en Carranza, más complicado se lo puso ayer su presidente, que ayer vendió a su estrella panameña Blas Pérez al Tigres de Monterrey. ¿Les suena? Pues sí, él mismo club mexicano que se llevó a Lucas Lobos ahora ha depositado 2,2 millones de euros por un delantero que lleva cuatro goles en Segunda División.

acarbonell@lavozdigital.es