KITT. Imagen del Pontiac con el que David Hasselhoff luchaba contra las injusticias. / EFE
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Kitt, ya no te necesitan

El 'coche fantástico' de David Hasselhoff en la mítica serie de televisión se subasta en Ebay tras el asesinato de su último dueño

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Está visto que todo pasa de moda, que, aunque fueras considerado uno de los grandes héroes de los 80, puedes caducar igual que otros lo hicieron antes. Eso es lo que le ha pasado a Kitt, la bestia negra parlanchina con la que Michael Knight, interpretado por David Hasselhoff, recorría cientos de kilómetros para salvar al mundo de los malos.

Estos días, uno de los cuatro automóviles que se utilizaron en el rodaje de la mítica serie de televisión El coche fantástico (Knight Rider, en inglés), se ha puesto a la venta en el portal de subastas Ebay tras el asesinato de su último dueño: el abogado y administrador del patrimonio del promotor inmobiliario Andrew Kissel, que murió en abril de 2006. El coche, un Pontiac Trans Am del año 1982, tiene unos 8.000 kilómetros, según informó ayer el diario neoyorquino Daily News.

Algo más de dos millones

Pero además, si alguien pensaba que el automóvil sólo está disponible para los bolsillos más pudientes, se equivoca ya que, como comentó el abogado que guarda el tesoro de Kissel, su idea es obtener al menos unos 13.900 euros por el coche fantástico, que su cliente compró en 2005 por unos 48.000 euros.

Con este dinero, el abogado espera saldar parte de las deudas que ha dejado el fallecido, cuyo crimen está aún sin resolver. De momento, parece que la venta no está despertando mucho interés por parte de los internautas, porque todavía ayer nadie había pujado por él en eBay.

El comprador deberá pagar los costes de transporte del vehículo desde California, donde se encuentra, hasta su hogar, según el diario.

Su comprador podrá sentirse cuando lo conduzca como Michael Knight, el único capaz de entender al vehículo futurista con sus características luces rojas en forma de escáner en el capó.

Sin embargo, no puede esperar que el coche le dé conversación ni que conduzca por él, porque estas habilidades del Pontiac eran cosas del guión. Eso sí. Siempre le quedará el poder decir: «Kitt, te necesito».