EL COMENTARIO

La gran ETA y el reagrupamiento

Después de años de arduas investigaciones judiciales auspiciadas en su mayor parte por el juez Garzón, la sentencia del caso Ekin confirma y consolida la evidencia de que es irreal el esquema de una ETA reducida a sus funciones militares y rodeada por un entorno social y civil que la respalda, pero que no participa en las acciones terroristas: la realidad es que existe una gran ETA, de forma que aquellas estructuras que eran consideradas flecos autónomos del terrorismo son en realidad «las entrañas y el corazón de ETA». Consiguientemente, los condenados en dicha causa lo han sido como integrantes o colaboradores de la banda terrorista en sus aparatos de masas, político, ideológico, internacional, financiero, mediático y de desobediencia civil.

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

De hecho, dicha sentencia no hace más que confirmar que después de la ilegalización de la antigua Coordinadora Abertzale Socialista (KAS), una especie de estado mayor del conglomerado no militar (no armado) de ETA, la banda terrorista ideó otro entramado más sutil y subrepticio, Ekin, que cumplía las mismas funciones que KAS, aunque con mayor división de tareas. No todos quienes actuaban bajo el paraguas de Ekin eran de ETA pero sí sus dirigentes, que tenían una especie de doble militancia, la pública y la clandestina. La ilegalización de Batasuna, que era el partido político que personificaba a ETA en las estructuras democráticas del Estado, fue respondida por la organización terrorista de forma análoga: creando segundas marcas o marcas blancas que sorteasen la proscripción y cumplieran el mismo cometido. Las últimas, lanzadas para conseguir representación de la izquierda abertzale en las elecciones autonómicas vascas y en las municipales, han sido, respectivamente, el Partido Comunista de las Tierras Vascas y Acción Nacionalista Vasca. La Justicia está en vías de demostrar con pruebas la contaminación de estas organizaciones: Garzón, sin ir más lejos, sostiene en el auto de prisión de la batasuna Fullaondo que ANV informa y rinde cuentas a Batasuna a través de esta activista, quien a su vez cobra su sueldo del PCTV.

En muchas ocasiones, la sociedad vasca, anonadada por la gran tragedia que ha tenido que vivir, ha permanecido electoralmente impasible ante connivencias y complicidades inconfesables. Ahora, sin embargo, cuando se han violado todos los límites, es muy improbable que permanezca pasiva.

Y quienes siguen jugando descaradamente a dos barajas deben prepararse para lo peor.