El dinero local

tra legislatura se va y el nuevo modelo de financiación de las haciendas locales sigue con la etiqueta de asignatura pendiente. Los ayuntamientos, al ser la administración más próxima al ciudadano, asumen competencias y más competencias... pero no reciben el dinero correspondiente porque la ley no recoge la realidad, es decir, que prestan servicios que no les corresponde. Históricamente, los municipios compensan, por ejemplo, las medidas sociales (responsabilidad presupuestaria de las autonomías) con un aumento casi generalizado de sus impuestos. Es la salida más fácil a un atolladero que, curiosamente, todos conocen su salida aunque nadie la quiera tomar cuando llega a la Moncloa: la nueva financiación local. Otra cosa es que siempre se acuda a esta excusa para explicar cualquier subida de impuestos.