Utilidades de la aldea global

añana, lunes 17 de diciembre, se emite el último capítulo de la tercera temporada de «Perdidos» en la cadena de cable Fox, y puedo jurar que deja con la boca abierta al menos cinco minutos. Mientras en La 2 aún van por las entregas 16 y 17, y suspenden la serie cada vez que les parece, los muchos «freakies» que seguimos las peripecias de los supervivientes del vuelo 815 de Oceanic Airlines sólo esperamos el comienzo de la cuarta temporada en EEUU, que será el miércoles 6 de febrero -hay un contador de días en una de las doscientas mil y pico de webs españolas dedicadas a la serie- para entonces bajarla, semana a semana, con sus subtítulos, incluso. Total, que ya nada es lo que era, los nuevos usos y consumos de la televisión no tienen que ver con los tradicionales y es menester tenerlo en cuenta no sólo a la hora de programar, los que tengan que hacerlo, sino de contar con la importancia y la incidencia de los medios en la sociedad, y para comprobar cómo, en fin, la aldea global ya está al alcance de cualquiera y para las cosas más variopintas.