Rusia avisa del riesgo de guerra nuclear si Estados Unidos despliega el escudo antimisiles

El escudo antimisiles que Estados Unidos se propone desplegar en Polonia y República Checa podría conducir a una guerra nuclear. Esa es al menos la conclusión a la que ha llegado el general Yuri Baluyevski, jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas rusas. De acuerdo con sus cálculos, el lanzamiento de un cohete interceptor americano desde Polonia para repeler una eventual agresión de Irán podría desencadenar por parte de Moscú un ataque con cabezas atómicas.

Baluyevski explicó ayer durante una rueda de prensa que un misil interceptor no se diferencia mucho de los intercontinentales, dotados de carga nuclear, incluso en su trayectoria. «Podría producirse un ataque de respuesta por nuestra parte como consecuencia de una valoración errónea del objetivo del cohete americano disparado», alertó el alto responsable militar ruso. Según sus palabras, «contamos con un sistema automático de alarma nuclear que reduce al mínimo la participación humana».

Cohetes balísticos

Baluyevski dijo que, pese a los años transcurridos desde el final de la guerra fría, Estados Unidos «continúa sin descartar un enfrentamiento militar directo con Rusia». La prueba de ello, según el general, es que «el escudo antimisiles está pensado para derribar cohetes balísticos, inexistentes en los arsenales de Irán y Corea del Norte». Baluyevski insistió en que el sistema que Washington planea instalar en Europa oriental «está dirigido contra Rusia».

El jefe del Estado Mayor ruso compareció en compañía del viceministro de Exteriores, Serguéi Kizliak, quien calificó de «decepcionante e inaceptable» la postura de Estados Unidos en relación con el escudo. Kizliak se reunió el jueves en Budapest para hablar del asunto con John Rood, enviado por el Departamento de Estado norteamericano. Las conversaciones no dieron ningún resultado. El viceministro ruso afirmó que las negociaciones continuarán, aunque, mientras tanto, «Rusia adoptará las medidas que estime necesarias para garantizar su seguridad». Baluyevski añadió que se trata de «evitar que se produzca una reducción de nuestra capacidad defensiva».

Los dos responsables se refirieron en particular al Tratado de Armas Convencionales en Europa (FACE), cuya suspensión por parte de Rusia entró en vigor el pasado miércoles. Baluyevski acusó a Estados Unidos y Europa de haber utilizado el FACE como «instrumento para presionar políticamente a Rusia».