AMISTADES PELIGROSAS. Cristina Fernández es felicitada por Chávez tras jurar el cargo. / REUTERS
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La presidenta argentina acusa a EE UU de atacarla con una «operación basura»

La justicia norteamericana dice que Cristina Fernández recibió ayudas económicas de Chávez durante la campaña

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Sólo tres días después de asumir el cargo, la flamante presidenta argentina, Cristina Fernández, puso ayer en estado de máxima tensión las relaciones con Washington. Fue a raíz de una información procedente del FBI y de un fiscal de Miami sobre una presunta aportación financiera de Venezuela a la campaña que le permitió alcanzar la Casa Rosada.

Sin referirse directamente a Estados Unidos, Fernández advirtió de que «hay personajes que montan operaciones basura que revelan cómo conciben las relaciones internacionales», comenzó. «Son gobiernos que parece que más que tener países amigos quieren países empleados», disparó.

«Es su modo de operar en la política regional», siguió la sucesora de Néstor Kirchner. «Pero no tendrán respuesta», añadió. «Esta presidenta puede ser mujer pero no se dejará presionar. Voy a seguir afirmando las relaciones con todos los estados de la región y también con Venezuela», remarcó Fernández, al tiempo que advirtió de que no aceptará que nadie le diga qué países pueden ser amigos de Argentina.

Su airada reacción responde a un nuevo capítulo del escándalo que estalló en agosto cuando el venezolanoestadounidense Guido Antonini Wilson llegó a Buenos Aires con una maleta de 800.000 dólares (550.000 euros) sin declarar en un avión alquilado que compartía con funcionarios argentinos de la empresa estatal de energía Enarsa. Antonini acompañaba al hijo del presidente de la petrolera venezolana PDVSA.

Ante el hallazgo de la aduana, que se incautó de la maleta, la Justicia inició una investigación por contrabando y Kirchner pidió la dimisión del funcionario que aceptó trasladar al desconocido en el avión fletado por Enarsa. Su colega venezolano, Hugo Chávez, dijo entonces desconocer al hombre de la maleta y acusó a Estados Unidos de intentar manchar las relaciones argentino-venezolanas.

Colaborador del FBI

Antes de que se emitiera una orden de captura, Antonini Wilson ya estaba en Miami y, según todos los indicios, comenzó a colaborar con el FBI. El miércoles, imprevistamente, el Departamento de Justicia de Estados Unidos dio a conocer el arresto de cuatro socios de Antonini en la ciudad de Florida. Eran presuntos agentes de inteligencia venezolanos que conspiraban para que el sospechoso no revelara que el dinero que transportaba era para la campaña presidencial argentina.

El fiscal federal, Tom Mulvhill, fue aún más allá, y dijo que el dinero era «para ayudar a Cristina Fernández». El jefe de Gabinete de la señora Kirchner, Alberto Fernández, consideró que el arresto era «una operación de inteligencia de las autoridades de Estados Unidos» que, a su juicio, «trataba de proteger» a Antonini Wilson y «entorpecer» la labor de la Justicia argentina, que desde hace meses tiene reclamada su extradición por un delito de contrabando de capitales.