Tragedias relegadas

a relación directa entre los movimientos de solidaridad y el eco mediático de las tragedias humanitarias aparece como un hecho contrastado en el último informe presentado por Acción Humanitaria y Médicos Sin Fronteras, en el que denuncian el olvido que soportan crisis tan graves como las de Darfur, Somalia, Haití o la República Democrática del Congo. La ayuda solidaria se resiente cuando no va asociada a desastres naturales, cuyas estremecedoras imágenes suele provocar una reacción tan inmediata como fugaz. Paliar las terribles consecuencias de las hambrunas, la violencia étnica o las sequías interminables requiere de un compromiso la ciudadanía y exige de los gobiernos una previsión de los recursos disponibles para hacer frente a eventuales catástrofes y crisis dramáticamente enquistadas.