Economia

Hacienda restringe con su última reforma la opción de rebajar la declaración

Hacienda ha convertido la cada vez más extendida revisión fiscal de fin de año en una tarea poco agradecida, ya que las opciones de reducir la factura a pagar en la primavera siguiente son esta vez bastante reducidas tras la entrada en vigor, el pasado 1 de enero, de la última reforma general en los impuestos de la renta (IRPF) y de sociedades. Y eso que los cálculos que se deben hacer para saber si nos conviene adelantar o atrasar gastos e ingresos -donde conviene revisar también las deducciones que haya previsto nuestra comunidad autónoma- son, cuanto menos, tan complicados como hace doce meses.

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Aunque no existe una receta 'mágica' ni «una misma recomendación vale para todos», algunos de los consejos de los expertos sí se puedan considerar aplicables a la mayoría de los contribuyentes, siempre con el objetivo de que en la próxima declaración (la de 2007, que se tramitará entre mayo y junio del ejercicio siguiente) haya que pagar menos a la Agencia Tributaria o incluso aquella salga a devolver a nuestro favor. Lo más simple, pero también quizá lo más complicado porque a este año le queda muy poco de vida, es 'convencer' a nuestra empresa de algunos cambios en la composición del sueldo.

En concreto, los técnicos recomiendan que frente a las subidas habituales de salarios se opte más por negociar retribuciones en especie que no tributan, por ejemplo, un seguro médico o de enfermedad, el pago de la guardería de los hijos, los vales de comida, cursos de formación e incluso acciones de la propia compañía en la que trabajamos (con un máximo anual de 12.000 euros). Además, con estos suplementos las empresas también se ven beneficiadas, ya que pueden pagar menos por el impuesto de sociedades y también por las cotizaciones a la Seguridad Social.

Otra recomendación extendida, más si cabe con la curva descendente que parecen haber iniciado los precios de la vivienda, es adquirir una, si bien es obvio que esta posibilidad aún parece lejana para bastantes bolsillos. Para aquellos que ya disponen de una casa pero aún la están pagando (a partir de ahora da igual, a efectos fiscales, si con dinero propio o financiación ajena), las opciones pagan por amortizar parte de la hipoteca (hasta un límite de 9.015 euros por declaración, no por declarante, por lo que conviene hacerla por separado) o bien alquilar el piso a jóvenes de entre 18 y 35 años, pues esto le permitirá deducirse el 50% de la renta que obtengan.