Sociedad

La nobel de Literatura, Doris Lessing, recuerda a aquellos que nunca conseguirán el premio

Doris Lessing, la ganadora del Nobel de Literatura con más edad de la historia de estos premios, se abstrajo de agradecimientos y menciones a su persona para dedicar ayer su conferencia en la Academia Sueca de Estocolmo a los que, por falta de acceso a la cultura, jamás desarrollarán su talento literario.

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«Sobre no ganar el premio Nobel» fue el título de su conferencia, que leyó su editor en Reino Unido, Nicholas Pearson, en el Gran Hall de la Academia Sueca, después de que Lessing anunciara su ausencia en la capital sueca aduciendo problemas de salud.

Sí estuvieron su hija Jean y sus nietas Anne y Suzanna y, a pesar de la ausencia de la homenajeada, dejó constancia de su indeleble compromiso con las injusticias: «Aquí estoy hablando de libros nunca escritos, escritores que nunca lo serán porque los editores no están allí. Voces sin escuchar. No es posible evaluar este gran desperdicio de talentos, de potencial», afirmó.

Así, pese a que la medalla del Nobel de Literatura dicta en latín Inventos que realzan una vida, embellecida a través del arte, la ganadora del premio Príncipe de Asturias de 2001 no cesa, en una carrera de más de medio siglo, en su empeño por, mediante la palabra, sacar a la luz las injusticias que asuelan el mundo, desde la pobreza al sexismo o a la desilusión ideológica.

La escritora de El cuaderno dorado (1962), nacida en la antigua Persia hace 88 años, recuerda cómo el anterior ganador del premio, el turco Orhan Pamuk, V.S. Naipaul o John Coetzee, consiguieron brillar por su literatura en países pobres porque tenían «una íntima conexión con las bibliotecas, los libros, la tradición», aseveró.