PASEO MARÍTIMO DE CÁDIZ. La Policía intenta meterlo en el coche patrulla.
Sociedad

Buitres de visita

La desorientación de algunas aves jóvenes provoca su sorprendente aparición en núcleos urbanos de la provincia

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Hace algo más de un mes un peculiar suceso causaba gran expectación entre decenas de curiosos en pleno paseo marítimo de Cádiz: unos policías locales intentaban meter en un coche patrulla a un buitre leonado que, extraviado y exhausto, se encontraba reposando en mitad de la calle. Los agentes utilizaron trozos de carne cruda para guiar al animal hasta el vehículo quien, obediente, acabó en el asiento trasero del coche y fue llevado hasta comisaría. Una historia similar se repetía a los pocos días cuando otro rapaz fue atrapado mientras caminaba por la avenida Carlos III de la capital. Y, en Vistahermosa, los propietarios de una vivienda se llevaron un pequeño susto cuando, al despertarse, descubrieron a otro buitre que se les había colado en casa y reposaba en su jardín. Pero ¿a qué se deben estas peculiares visitas tan repetidas? ¿Qué puede hacer si se topa con una ave carroñera o cualquier otro animal que se siente desprotegido fuera de su hábitat? ¿Cuántas aves migratorias surcan ahora el cielo gaditano?, ¿alguien las controla? Éstas y otras preguntas se formulan ante unos hechos que, no ocurren por primera vez. Ya, en 1966 el comparsista Paco Alba utilizó una historia similar para crear una letra de un pasodoble de Los Beduínos.

Gran población en Cádiz

Cádiz es la provincia andaluza que registra la mayor población de buitre leonado de toda Andalucía, y una de las más numerosas de España. Pero además, estos meses la provincia es lugar de paso obligado para miles de aves de esta especie que buscan temperaturas más cálidas en África para pasar el frío invierno. Según los últimos datos ofrecidos por la Consejería de Medio Ambiente y el Programa Migres (dedicado al control de las rapaces), más de 770.000 aves planeadoras - de un total de 33 especies - han atravesado en lo que va de año el Estrecho de Gibraltar. «Cádiz se convierte en una especie de embudo por el que pasan la mayoría de los buitres que se dirigen al continente africano», explican desde Medio Ambiente donde analizan dicha frecuencia con «total normalidad».

Pero, el hecho de que algunos de estos buitres hayan sido localizados en lugares inusuales es otra cosa. Estas visitas pueden responder a diversos motivos. En primer lugar, a que el animal se haya extraviado de la ruta de migración. Genéticamente las rapaces nacen con la habilidad de volar sin problemas hacia el destino de éxodo. El problema surge cuando el animal es joven y no tiene bien aprendida la lección, o simplemente, no tiene las mismas fuerzas que un adulto y se ve forzado a descansar durante el largo trayecto.

Un largo viaje

En este caso, lo normal es que busquen puntos altos, como tejados, azoteas o cables aéreos donde tomar un respiro, pero, a veces, la debilidad que sufren sumado a la falta de alimento puede ocasionar que bajen hasta la superficie. Esta diferencia entre las edades de los buitres localizados se confirma en los porcentajes de visita que estos animales han hecho a los centros de recuperación (CREA), donde se les lleva cuando están dañados o se extravían. De los 205 buitres que han ingresado en lo que va de año en los centros de recuperación de aves de toda Andalucía un 98 por ciento eran jóvenes y sólo el 2% eran buitres adultos. El pasado año ingresaron 392. De ellos, 130 se trataron en el CREA Dunas de San Antón de El Puerto, 95 en Málaga y, 60 en Sevilla. «En 2007 hubo más casos que los que están dándose este año», matizan en la Consejería.

Otro de los motivos que pueden distraer a los buitres durante su camino son los meteorológicos. Cuando las aves encuentran complicaciones como lluvia o fuertes vientos prefieren cobijarse o esperar en algún lugar en alto o en Tarifa (si están a punto de cruzar el Estrecho) hasta reanudar el vuelo más seguros. Esto es algo que aprenden con el tiempo y que a los jóvenes puede despistarles más fácilmente.

El cambio de temperaturas también puede extraviarles, aunque, normalmente, no suelen tener problemas de orientación si hace más calor o frío durante el viaje. Solamente, les afecta en cuanto el retraso de las estaciones (uno de las consecuencias del cambio climáticos, según algunos expertos). En este caso, al no sentirse en la necesidad de guardarse de las bajas temperaturas pueden retrasar varios días su viaje hasta África. Un trayecto que puede ser más largo del que se podría pensar.

«Muchos de ellos vienen desde el norte de España, País Vasco, Asturias...e incluso, hay algunos que sobrevuelan toda España desde territorio francés». Hay que tener en cuenta que el Campo de Gibraltar es un punto de interés ornitológico mundial, ya que se concentran las rutas migratorias de aves planeadoras asentadas en Europa occidental para evitar volar grandes distancias sobre el mar.

«No son peligrosos»

«Comen animales muertos. Nunca animales vivos. Es un ave carroñera», insisten los expertos en el control de la especie. Aún así, en el caso de toparse con un buitre hay que tener una serie de precauciones, ante todo, para no dañar al rapaz. «Si se lo encuentran en un lugar inusual lo normal es que esté descansando o que se encuentre desnutrido. Lo primero que se debe hacer es llamar al Centro de Recuperación o a la Policía Local que colabora con ellos», advierte un portavoz de la consejería de Medio Ambiente. «Hay que dejar lo más tranquilo posible al ave porque, si llegara a tener demasiado estrés y se sintiera atacado entonces, sólo en un caso extremo, podría defenderse.

Además, es importante que no se le dé de comer. Son los técnicos y los cuidadores los únicos responsables de su alimentación. Ellos conocen perfectamente el tipo de carne cruda que suelen comer en su hábitat natural y la forma exacta y más segura de administrársela. Sólo en casos de urgente necesidad se tomarán las medidas que se reproducen con absoluto cuidado para no dañar a un animal que está protegido por su alto valor ecológico. malmagro@lavozdigital.es