Tragedia sentenciada

a tragedia vivida por Vanesa Rodríguez, la joven de Puertollano que fue quemada viva por su marido cuando tenía 27 años y que falleció tras doce meses de agonía, expone en toda su crudeza el gravísimo problema colectivo que supone la violencia doméstica y la frustración que puede provocar, en ocasiones, su necesaria persecución penal. La condena de 22 años impuesta al culpable rebaja las peticiones de la acusación particular y acorta el tiempo que el imputado tendrá que pasar en prisión, al no asumir los jueces el agravante de ensañamiento. Aún cuando el fallo se ajuste a Derecho, es responsabilidad de la Justicia asegurar un adecuado cumplimiento de la pena y preservar los derechos de una familia que ha sufrido, impotente, la incapacidad del sistema.