DEFENSA. La representante del MAPA se reunió ayer con los Consejos Reguladores. / TAMARA SÁNCHEZ
Jerez

El Gobierno da aliento al brandy y cree que podrán salvar las ayudas

Defiende en Jerez que los fondos para destilar alcohol de uso de boca «deben ser compatibles con la OCM» El Ministerio explicó a los Consejos Reguladores que no hay nada cerrado

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Faltan pocas semanas para que la Comisión Europea cierre las negociaciones entre los estados miembros y dé a conocer el borrador definitivo de la Organización Común del Mercado (OCM) del vino, y la preocupación en el sector español no se mitiga, sobre todo porque, como explican desde el Ministerio de Agricultura, «aún no hay nada cerrado y como las reuniones continúan el documento puede cambiar hasta el último momento».

Así de claro se lo transmitió ayer la directora general de Industria y Promoción Agroalimentaria, Almudena Rodríguez, a los representantes de los 65 Consejos Reguladores Vitivinícolas españoles que se reunieron en Jerez y que dedicaron su encuentro a analizar la problemática de la OCM del vino y los efectos que ésta puede traer a las distintas Denominaciones de Origen.

Tras el encuentro, Rodríguez recalcó que la CE aún no ha tomado ninguna decisión sobre las principales cuestiones que preocupan a los productores de vino y brandy españoles, pero sí lanzó un mensaje de optimismo al apuntar que no está todo perdido en torno a las ayudas para la destilación de alcohol de uso de boca, básica para los productos del Marco de Jerez.

En concreto, y aunque hasta la fecha Bruselas se ha mostrado más que partidaria de eliminar las ayudas a todo tipo de destilación sin hacer excepciones, la representante del Ministerio explicó que aún hay opciones de que la Comisión Europea mantenga las ayudas durante un periodo transitorio, como ha ocurrido en la OCM de frutas y hortalizas.

De este modo, la postura que está defendiendo el Ejecutivo español es la de que se acepte seguir abonando esos fondos a los productores de forma transitoria hasta que éstos se vayan adaptando y la ayuda se convierta en un pago a la hectárea.

Según la directora general, la comisaria europea de Agricultura, Mariann Fischer, «podría ver con buenos ojos» esta postura que ya le ha transmitido el mismo secretario general del MAPA, Josep Puxeu, y que ya ha aceptado en anteriores ocasiones, como ocurrió con la ya mencionada OCM del frutas y hortalizas.

«Prioridad» para España

Lo que está claro es que para el Gobierno español «es una prioridad mantener de la manera que sea» -en palabras de Almudena Rodríguez- los fondos que se destinan a la destilación de alcohol para uso de boca y que utilizan para su elaboración tanto el brandy de Jerez como los vinos generosos andaluces.

Por eso, Rodríguez insistió en que «hay que resolver este problema y lograr que estas ayudas sean compatibles con la nueva OCM», al tiempo que coincidió al cien por cien con las tesis que siempre han defendido desde los Consejos Reguladores del Marco de Jerez al apuntar que la destilación para uso de boca es un importante mecanismo de regulación del mercado. Según sus propias palabras, «éste no es sólo un problema de los productores, sino de todo el sector, ya que con la destilación se da uso a unos cuatro millones de hectolitros que si no se destilan aparecerían en el mercado como vino y serían una producción más para competir».

También se alinearon en el mismo bando que los Consejos Reguladores del Marco de Jerez los demás del resto de España. Así lo recalcó el presidente de la Conferencia Española de Consejos Reguladores Vitivinícola, Fernando Prieto, que recordó que «ya en el primer documento en el que mostramos nuestra postura en torno a la OCM dimos nuestro apoyo expreso a los vinos que tienen especifidades, como los andaluces, y que necesitan este alcohol de uso de boca».

Prieto fue también el encargado de destacar cuáles son los aspectos que más preocupan a las Denominaciones de Origen españolas respecto a la OCM cuya negociación podría cerrarse en torno al 17 ó el 19 de diciembre.

Así, tanto el Ministerio como los consejos reguladores coincidieron ayer en la necesidad de que la OCM permita la promoción de los vinos en el mercado interior, sobre todo porque casi un 70% de las exportaciones tienen como destino países miembros de la UE.

Rodríguez apuntó que Fischer «se está pensando» permitir que las ayudas que se ofrecen a la promoción pueda ser utilizada en estos mercados internos.

También hubo coincidencia de criterios en relación a la liberación de la plantación de viñedos. La directora general explicó que España defiende que sean las propias denominaciones de origen las que procedan a su regulación, abogando por un crecimiento «ordenado y controlado» que evite que se pueda ver mermada la calidad final del producto.

Por su parte, para los consejos reguladores la liberalización de las plantaciones podría traer consigo una gran «deslocalización de viñedos e industrias», además de una gran pérdida de patrimonio, lo que supondría un «agravio comparativo» para quienes han precisado hasta ahora de derechos de plantación. Por eso también abogan porque sean las denominaciones de origen las que puedan tener en su mano la decisión.

Donde sí ha habido alguna diferencia es en el punto que se refiere a las normas de etiquetado de los vinos, ya que mientras las regiones productoras han defendido el mantenimiento de los criterios actuales que son «patrimonio de las denominaciones, que las aplican con rigor», el MAPA aboga por una limitación de las variedades y por unos controles efectivos del producto.

Sobre la chaptalización -añadido de azúcar al mosto-, Rodríguez admitió que es difícil que la reforma la deje fuera, ya que cuenta con el apoyo de la mayoría de los países miembros de la UE. Eso sí, parece que habrá límites a esta práctica, ya que se elevará el grado alcohólico mínimo natural necesario para los caldos y se evitará una excesiva subida artificial gracias al azúcar.

ppacheco@lavozdejerez.com