ESPERA. Un grupo de usuarios, en una parada sin autobús por la huelga. / FRANCIS JIMÉNEZ
Ciudadanos

Empresa y trabajadores presionan a la Junta para que solucione el conflicto de Comes

La compañía acepta que tiene déficit pero achaca su complicada situación a la negativa de la Administración para reordenar del servicio El domingo, el servicio de transportes cesará de 6 a 9 horas y de 18 a 21 horas

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

El Comité de Empresa de Transportes Generales Comes mostró ayer, a última hora de la tarde, su satisfacción por los resultados obtenidos por el paro parcial llevado a cabo por los conductores de autobuses durante la pasada jornada. La plantilla, a través de su portavoz, asegura que una subida de cinco céntimos del billete serviría para costear las mejoras económicas que se demandan.

El delegado de Salud y Prevención de Riesgos Laborales del colectivo, Francisco Ortiz de Galisteo, aclaró que la totalidad de la plantilla de conductores secundó la convocatoria de los sindicatos y que tan sólo dos taquillas permanecieron abiertas.

De esta forma, las localidades de la provincia dejaron de estar comunicadas por el transporte urbano durante cuatro horas: entre las 7 y las 9 horas y entre las 14 y las 16 horas. El municipio que más se vio afectado por el paro parcial fue Puerto Real, ya que su autobús urbano también está gestionado por Comes.

Las únicas incidencias de la jornada de huelga la protagonizaron tres líneas de viajes interprovinciales que la compañía comparte con otras firmas. De esta forma, los piquetes informativos aún investigan por qué el autobús con destino Valencia no se presentó ayer en su andén habitual para recoger a sus pasajeros y por qué los vehículos a Granada y Almería iniciaron sus recorridos con quince minutos de adelanto, dejando en Cádiz a una decena de viajeros.

El Comité de Empresa volvió ayer a solicitar la reanudación inmediata del turno de negociaciones por parte de Comes. El gremio recordó que, a pesar de que el próximo paro parcial está previsto para este domingo, la compañía ha decidido dejar pasar el puente y no retomar las conversaciones hasta el martes 11.

La nueva protesta del colectivo dejará sin transporte público a la Bahía de 6 a 9 horas y de 18 a 21 horas. «Estamos dispuestos a reunirnos en cualquier momento para finalizar el conflicto, ya que el inicio del próximo corte coincidirá con el horario de recogida de los jóvenes que salen a divertirse en La Punta de San Felipe. Este hecho, unido al puente, aumenta el riesgo de altercados en las paradas, pues muchos usuarios no comprenderán que no pueden volver a sus casas», detalló Ortiz de Galisteo.

Reforma pendiente

El director general de la Empresa de Transportes Generales Comes, Julio Álvarez, aclaró que el desencuentro entre los conductores y la compañía nace en gran medida de la política en materia de transporte público de la Administración autonómica. «La Junta no nos ha dejado introducir cambios que permitan adaptarnos a los nuevos tiempos. La Administración nunca ha sido receptiva con nuestras propuestas de reordenación del servicio y por ello nuestra oferta aún pretende satisfacer las demandas del pasado», indicó Álvarez.

El director general explicó que Comes se encuentra en una difícil situación que le impide asumir en la actualidad el coste de las mejoras exigidas por el Comité de Empresa. El responsable de la compañía aseguró que el primer paso hacia la solución del conflicto pasa por una mayor permisividad de la Junta.

Entre los objetivos pendientes se encuentran la supresión de las líneas más deficitarias y de determinadas paradas y la revisión de ciertas tarifas.

La puesta en marcha de estas medidas mejoraría la situación económica de la empresa y de sus empleados. No en vano, Comes registra en la actualidad un nivel de ocupación del 36%, cuando la marca mínima para obtener unos beneficios mínimos se sitúa en torno al 45%.

El delegado de de Salud y Prevención de Riesgos Laborales del Comité de Empresa también mostró ayer el descontento de los sindicatos ante la pasividad de la Administración autonómica. «En repetidas ocasiones, nos hemos dirigido a diversas instituciones dependientes de la Junta para solicitar la convocatoria de reuniones para abordar nuestros problemas. Desgraciadamente nuestros intentos siempre han conseguido el silencio por respuesta», afirmó Ortiz de Galisteo.