REPRODUCCIÓN. Visitantes en la 'neocueva' construida en el pasado año 2001. / EFE
Cultura

Cultura se plantea reabrir Altamira pese a la opinión contraria de los científicos

La decisión-según avanzó el director de Bellas Artes, José Jiménez,- no se tomará hasta el 2009, cuando concluya la labor de los especialistas del CSIC

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¿Se debe reabrir la cueva de Altamira? Depende si la respuesta parte de un político o de un científico. Los responsables del Ministerio de Cultura son partidarios de la reapertura, por restringida que sea la cifra de visitantes, de este enclave declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1985.

Los científicos, que por encargo de los políticos llevan años estudiando este frágil santuario del arte cuaternario, aseguran que lo ideal es mantenerlo cerrado, y por tanto a salvo de la acción de los microorganismos y alteraciones que proliferan con la presencia humana y amenazan las pinturas del paleolítico superior realizadas hace casi 15.000 años.

La decisión de abrir la cueva o mantener el cierre decretado en 2002 no se tomará, con todo, hasta 2009, cuando concluya el estudio que llevan a cabo los especialistas del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, (CSIC). Así lo avanzó el director General de Bellas Artes y Bienes Culturales, José Jiménez, que comparecía en rueda de prensa para informar sobre la situación y el futuro de la cueva junto a José Antonio Lasheras, director del museo de Altamira , y Sergio Sánchez-Moral investigador de CSIC (Consejo Superior de Investigaciones Científicas) y responsable del estudio científico en marcha.

Mientras que el ministerio de Cultura es partidario de «no tener bajo llave» la cueva y «conciliar la conservación de este preciado bien con el derecho de acceso del público», los científicos dicen que sólo el aislamiento garantiza la estabilidad de las pinturas.

«La era de las visitas masivas se acabó para siempre. Si se reabre en 2009 será con acceso restringido» apuntaba José Jiménez, advirtiendo que quedan 30 meses para tomar una decisión y que ésta adoptará en función del criterio de los científicos.

«Las condiciones de conservación de las pinturas son buenas y hubo momentos en que estuvieron amenazadas» agregó Jiménez. «No podemos poner en riesgo un bien de la humanidad, y ya veremos si es posible establecer un régimen de visitas restringido. Sería lo deseable, si es posible, ya que un bien de tal importancia no es para tenerlo guardado bajo llave» dijo José Jiménez sobre lo que algunos han denominado la capilla sixtina del arte cuaternario.

Muy frágil

«Si se quiere evitar cualquier degradación de las pinturas, lo ideal sería no abrir la cueva. Aunque las condiciones son hoy bastante buenas, lo mejor desde el punto de vista científico es que no entre nadie» afirmaba Sergio Sánchez-Moral, geólogo del CSIC . «Las cuevas son ecosistemas muy frágiles y sensibles a oscilaciones mínimas de temperatura, dióxido de carbono, vapor de agua o microorganismos». «Las pinturas, a ojos de un científico, son láminas de óxido de hierro adheridas al un techo y si queremos que sigan ahí hemos de hacer lo posible para que se mantengan las condiciones de aislamiento que las han mantenido durante más miles de años» dijo cauteloso el científico.

«La situación es cada vez más estable y se aproxima a la de hace 14.000 años» afirmó Sánchez-Moral, quien no se cerró en banda a una apertura con visitas muy restringidas. Pero reiteró que las condiciones ideales son las de aislamiento y recordó que el récord de visitas de mediados de los 80 «con 175.000 personas a lo largo de un año en un sala de 150 metros cuadrados» sería un atentado contra las pinturas.

Lasheras destacó como la creación del mueso de la neocueva en 2001 «supuso una mejora trascendental de la cueva» que ha recibido ya unas 250.000 visitas. «Se neutralizaron los riesgos y se alejó el tráfico y el aparcamiento», dijo el experto.