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Laporta teme por sus votos

EEsta semana hemos «disfrutado» de cierto suspense con la ratificación de Calderón al frente del banquillo cadista. No sé la razón de la demora cuando se intuía desde un principio que no tendrían más remedio que seguir apostando por el mismo, sobre todo por las circunstancias del momento, ¿no creen? A lo mejor es que nuestro entrenador estaba a la espera de una oferta por parte del Barcelona que parece estar en oferta y a la baja, y con ésto no quiero que se me ofenda el bueno de Antonio, por quien me alegro de que se le vaya a dar un voto de confianza, bueno, no uno sino tres, en forma de temporadas.

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La situación actual de Can Barça clama al cielo y lo peor de todo es que me lo veía venir. Laporta parece estar más preocupado de calcular cuándo será el mejor momento de ingresar en la Generalitat que en enterarse de qué va la realidad azulgrana. Cada vez que surge una polémica, señala a su alrededor a la búsqueda de culpables, no acepta responsabilidades por su parte y, además, guarda silencio cuando le conviene o, mejor dicho, cuando el Dios Cruyff impone la censura desde la sombra.

Según el ex técnico, Rijkaard parece no tener ya la autoridad necesaria para manejar el vestuario. Y es que el único error del holandés es no haber precindido en verano de Ronaldinho. Además se hubiera podido vender al Milán por una pasta pero claro, tal vez, hubiese sido una decisión muy impopular y ya se sabe que la presión mediática es grande, me refiero al famoso entorno culé. Pues, creo ciegamente que hubiese sido un acierto haberse deshecho del brasileño y de Eto'o nada más terminar la liga. Ahora me trae sin cuidado que Ronaldinho no rinda. Con sentarlo en el banquillo se soluciona el conflicto. Lo que de verdad me tiene con las carnes abiertas es que contagie a Messi. No me gustaría perderme la magia del mejor jugador de la liga española.