Luis saldrá con un punta y los 'jugones' ante Suecia

Aunque jugar con sólo un punta en casa supone un planteamiento conservador y puede recibir críticas de la afición del Bernabéu, recelosa por la ausencia de Raúl, Luis Aragonés está encantado con el rendimiento que ofreció la selección en el decisivo choque de Dinamarca y no parece dispuesto a cambiar el dibujo 4-1-4-1.

Después de una fase de clasificación en el alambre, el de Hortaleza cree haber dado con la tecla en Aarhus. Considera que no por tener más hombres arriba se llega más y que lo fundamental es que el centro del campo genere fútbol, gobierne el partido, supere desde la técnica al mayor físico de los escandinavos y se incorpore bien al remate.

El seleccionador prepara a conciencia el choque de mañana, ansía un triunfo que suponga el liderato del grupo, pero tampoco quiere correr riesgos innecesarios. Los suecos son rocosos, compactos y en octubre de 2006 ganaron 2-0 en Estocolmo a un equipo con Villa y Torres en vanguardia.

Luis diseñó dos entrenamientos ayer. Por la mañana, sesión abierta al público en la que organizó un partidillo con dos tiempos de 20 minutos en el que los teóricos titulares vencieron 2-1 a los suplentes. Marcaron Xavi y Sergio Ramos y acortó distancias Cesc, quien jugó todo el encuentro entre los teóricos reservas pero, seguramente, sólo porque eran diez contra diez y uno de los fijos tenía que sacrificarse.

En ambos períodos jugó con un ariete, Tamudo en el primer tiempo y Villa en el segundo. El delantero ché es fundamental para Luis, pero no le ve en plenitud. Por eso planea sacarle de titular ante los suecos y suplirle luego por el espanyolista, titular por accidente en Aarhus y autor del cabezazo que abrió la cuenta y encarriló el 1-3. Curiosamente, mañana nadie lucirá el 9, vacante en la elección de dorsales ante la ausencia de Torres. El guaje prefiere el 7, Tamudo optó por el 23 y Güiza apostó por el 10.

Recuerdo a Raúl

Durante el partidillo destacaron el pequeño susto protagonizado por Sergio Ramos, atendido de un fuerte golpe en el tobillo del que se recuperó, la bronca de Luis a sus pupilos al percibir cierta relajación, y el balonazo que se llevó en la cabeza el propio seleccionador en el descanso, tras un golpeo involuntario de Casillas. Al final, los internacionales se dedicaron a firmar autógrafos a la chavalería que animó las gradas, gracias a las jornadas de integración que lleva a cabo el colegio La Purísima de Madrid, y en sus cánticos echó en falta al 7 madridista.

En la sesión vespertina, a puerta cerrada, ensayó movimientos para sorprender a los suecos con un equipo que bien podría estar integrado por Iker Casillas; Ramos, Puyol, Marchena, Capdevila; Albelda; Iniesta, Xavi, Cesc, Silva; y Villa. Si se cumple esta previsión, habría tres cambios de nombres con respecto al triunfo en Dinamarca. Entrarían Puyol, ya completamente reestablecido, en lugar de Albiol, Silva en vez de Joaquín, y Villa por Tamudo.

Tras sufrir las primeras arengas del técnico, los jugadores ya tienen claro que habrá que sacrificarse para derribar a los suecos. «Allí no hicimos un mal partido, pero enseguida se pusieron por delante y jugaron con comodidad, esperándonos atrás. El sábado tenemos que circular el balón muy rápido porque ellos son compactos y corpulentos», enfatizó el azulgrana Xavi, quien no se mojó a la hora de pronunciarse sobre qué sistema le gusta más.

«En Dinamarca me sentí muy a gusto, pero da igual con quién juegue; hay muchísimas opciones y decide al entrenador», remarcó un Xavi que, pese a los rumores sobre el supuesto interés del Tottenham, no ve a su amigo casillas fuera del Real Madrid. El de Terrasa huye de los comentarios sobre un supuesto traspaso al Atlético y tampoco se ve fuera del Barça porque tiene contrato en vigor, está a gusto y desea seguir de azulgrana por muchos años.