MAL ROLLO. Melendi, antes del concierto que ofreció el año pasado en la capital bilbaína. / BORJA AGUDO
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El peor viaje de Melendi

El cantante acaba detenido por mostrarse agresivo y ebrio en un vuelo Madrid-México y obligar al piloto a regresar tras dos horas

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De bar en peor se titula uno de los temas del disco de Melendi Mientras no cueste trabajo (2006), que ofrece algunas otras claves para entender situaciones como la vivida ayer en el Airbus 340 de Iberia que partió de Madrid hacia México a las dos de la madrugada. Era poco antes de esa hora cuando el cantante y su grupo, que tienen que tocar este sábado en la capital azteca, subían al avión que les llevaría, en clase preferente y dando un pequeño rodeo, a los juzgados de la Plaza de Castilla de Madrid, después de liarla parda por unas copitas. Según algunos viajeros, los músicos embarcaron «en actitud no normal», «trompas», llevando en sus bolsos de mano «botellas propias», y que se pusieron «a beber desde el principio, manteniendo una actitud agresiva y ofensiva con el pasaje». «No quiero verte cerca del culo de mi vaso», dice otra letra de Melendi, quien después de trasegarse lo que se traía de casa pidió más. Ante la negativa del sobrecargo, se volvió «más agresivo», por lo que la tripulación avisó al comandante y éste decidió regresar dos horas después del despegue.

No debió hacerles mucha gracia a los 180 pasajeros volver a Madrid, así que el pollo que se montó a bordo fue de campeonato. Un viajero relató cómo el manager del músico intentó calmarle, pero éste la emprendió a golpes con él. Para reducirle tuvo que intervenir la tripulación y varios pasajeros. Otro contó que el cantante se burló de ellos: «Entre risas y muecas dijo que le llamáramos por teléfono porque nos quería pagar las molestias».

Así las cosas, el avión tomó tierra en Barajas hacia las cuatro de la mañana. A mediodía, Melendi era trasladado detenido por agentes de la Guardia Civil ante el titular del Juzgado de Instrucción número 10 de Madrid, y, tras declarar, quedó en libertad. A esas horas, el avión partía de nuevo en paz hacia su destino. La indemnización que solicitará la compañía puede ser de órdago, aunque esperarán a que terminen las declaraciones judiciales.

Canta el asturiano: «Le doy un beso al JB de mi copa, que no me abandona, que no me hace daño», pero la Fiscalía de Madrid le imputa los delitos de alteración grave de orden público (de seis meses a tres años de prisión) y desacato grave a la autoridad (de uno a tres años). El músico Pablo Moro decía ayer de que su amigo y paisano tiene «pánico» a volar y que lo ocurrido pudo deberse a «un fuerte estado de nervios». Aunque oyéndole cantar eso de: «¿Y yo estoy completamente loco, loco, borracho, perdido, tan enamorado de ti y de mis vicios»...