AL FRENTE. Mohamed El Baradei, director general de la AIE. / EFE
Economia

La AIE alerta de una crisis en el suministro de crudo en 2015 si no se toman medidas

La Agencia Internacional de la Energía augura el retorno al carbón en un desolador informe sobre el futuro energético

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La agencia que defiende los intereses energéticos de los países ricos trazó ayer un panorama desolador para las próximas dos décadas y pronosticó una mayor dependencia del carbón y otros combustibles fósiles pese a la alarma mundial sobre el cambio climático. Así, la Agencia Internacional de la Energía (AIE) advirtió de que en el año 2015 se producirá una crisis de suministro de petróleo si los gobiernos de todo el mundo no toman medidas urgentes para reducir la demanda energética.

El organismo difundió su informe 2007 sobre las Perspectivas Energéticas Mundiales (PEM), e identificó las tendencias a largo plazo que influirán en las políticas de energía hasta 2030. El carbón regresará, Oriente Medio y Rusia tendrán más influencia como proveedores de crudo, y gigantes emergentes como China e India representarán la mayor parte del aumento de la demanda energética, aseguró.

En momentos en que el barril de petróleo roza los 100 dólares, la AIE asegura que la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), que suministra un 42% del crudo mundial, pasará a representar un 52% de la oferta en 2030.

La AIE tiene pocas esperanzas en los logros de esos avances tecnológico que muchos estiman indispensable para una reducción de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero. El centro de investigación con sede en París no identificó una fuente de energía nueva y limpia que pueda suministrar la potencia necesaria para ofrecer mejoras en las condiciones de vida de los pobres del mundo sin dañar el medio ambiente.

En su lugar, predijo que el carbón, una de las fuentes de energía más antiguas y contaminantes, será el rey en China e India en 2030.

El informe está repleto de estadísticas alarmantes basadas en un «escenario de referencia» en el cual el consumo de energía continúa con sus tendencias actuales sin que los gobiernos adopten medidas para reducir la demanda y las emisiones de gases de efecto invernadero. Según este modelo, la demanda de energía aumentará más de un 50% hasta 2030, y un 84% de la nueva demanda será cubierta por combustibles fósiles. China superará a Estados Unidos en consumo energético después de 2010 y sus problemas de contaminación empeorarán.