DE ZORRILLA A LA MAREA

Las cosas que pasan

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Voy a darle un cariñito al secretario local del PSOE, Federico Pérez Peralta, que dicen que está enfadado conmigo. Espero que no sea por lo del loro o por lo del coche oficial. En fin, sé que Chiqui está intentando hacer lo imposible por unir al partido, pero él bien sabe que las heridas dejan cicatrices que no se borran con el paso de los años. Es loable su voluntad de trabajo y –esto lo digo en serio– y su interés por conseguir unir lo que se rompió hace años, pero no se puede venir a robar a la cárcel. Ahora cuesta trabajo creer su idilio político con Rafael Román, a no ser que sea una puesta en escena pactada y parida en Sevilla, donde los actores simplemente siguen un guión para que la taquilla no de un bajón. Lo cierto es que a muchos se les ha callado la boca buscándoles un cuelo con nómina a final de mes y eso no lo puede rebatir nadie. Él bien lo sabe. Puede que sean gajes del oficio político, pero no miento. Nada más que hay que echar un vistazo a la Diputación, de la que él es vicepresidente y a la que dedicaré uno de mis capítulos preferidos al final de esta crónica. Nadie cuestiona las ganas de Federico ni su olfato político, pero él bien sabe que no es oro todo lo que reluce. Es cierto que en todos los partidos se cuecen habas, pero en este abren las ventanas para que salga el humo. Otra cosa es que no interese que se cuenten las cuestiones internas. Pero eso es lo que da la libertad de expresión. De todas formas, sigue teniendo un huequito en mi agenda. Él lo sabe.

Juan Guerrero vuelve a la privada

Juan Guerrero ha dejado su cargo público como director de la Oficina de Rehabilitación de la Junta y ahora retoma la empresa privada con un negocio relacionado con la energía fotovoltáica. Lo bueno que tiene Juan es que no ha vivido nunca de la política –antes de ser designado director de la Oficina tenía una consultoría– y que puede irse tranquilamente. Algo que no le ocurre a quienes no se han bajado del coche oficial desde que salieron del colegio. Ese es otro. Sigo con Juan, que si no me disperso. A lo que iba. El hasta ahora director de la Oficina de Rehabilitación de la Junta ha desempeñado su cargo dignamente, aunque su poco feelling con la consejera de Obras Públicas le ha acarreado más de un disgusto. Que le vaya bien.

El hacha de guerra

Se veía venir. El PSOE ya ha levantado el hacha de guerra contra la Iglesia y ha denunciado que el Obispado pedía «una burrada» por el Oratorio. Ya lo decía yo en mi crónica de la semana pasada. La excusa puesta por el delegado de Gobernación, Juan Antonio Periñán, diciendo que habían comprobado que no se podían montar oficinas en el Oratorio era de risa. Aquí el problema era el dinero y quienes negociaban –por parte de la Iglesia, José Carlos García Solano– han pedido más de lo que la Junta esperaba.

Elecciones en la Diputación

Se acercan las elecciones sindicales en la Diputación y más de uno anda nervioso pensando que se le acaba el chollo. UGT y CC OO andan a la gresca y hay incluso quien se ha pasado de un bando a otro. Lo cierto es que en el tema de las colocaciones se juegan mucho. Lo digo porque me parece curioso que haya tanto familiar de uno y de otro trabajando en la Diputación. Me estoy entreteniendo –el problema es que no tengo mucho tiempo– en comparar apellidos y parentescos. Apasionante. Sin embargo –todo hay que decirlo– es que quizás los familiares son muy listos y también tienen derecho a una plaza en igualdad de condiciones que el resto de los aspirantes. La igualdad para los trabajadores es algo fundamental para los sindicalistas, creo yo. No hay que pensar mal. Yo lo único que digo es que me resulta curioso. Por eso es conveniente que, a la hora de depositar el voto en estas elecciones sindicales –conozco a gente de uno y otro sindicato que no van a apoyar ninguna candidatura porque han visto cosas que no les gusta– lo piensen dos veces y miren nombres y apellidos de la lista. A lo mejor hay sorpresas. Por cierto, los dirigentes de los sindicatos a nivel provincial deberían estar pendientes. El que avisa no es traidor y hay que tener cuidado que la mierda salpica.