VIAJE OFICIAL. El Rey Juan Carlos y el rey de Marruecos, Mohamed VI, saludan durante la visita oficial realizada por el Monarca español al país magrebí en enero de 2005. / AP
ESPAÑA

Marruecos abre una crisis con España al pedir que los Reyes renuncien a ir a Ceuta y Melilla

Rabat advierte de que la «lamentable» visita de los Monarcas a dos ciudades «expoliadas» influirá en las relaciones entre ambos países El Gobierno de Zapatero manifiesta que «no hay ningún problema»

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El Gobierno de Marruecos abrió ayer una crisis diplomática con España al exigir que los Reyes renuncien a visitar la próxima semana Ceuta y Melilla. El Ejecutivo magrebí respondió de forma inmediata y contundente al anuncio de que Don Juan Carlos y Doña Sofía viajarán por primera vez a estas dos ciudades autónomas desde la llegada de la democracia. Las autoridades magrebíes «lamentan y rechazan» la presencia de los Monarcas en estas ciudades españolas, que Rabat califica de «expoliadas».

En un tono de inusual dureza, el Gobierno marroquí advirtió de que la «amistad» entre los dos países, a la que estamos apegados» y que se ha «consolidado durante estos últimos años, no resulta fortalecida por esta iniciativa».

El Ejecutivo español respondió recordando las «excelentes» relaciones existentes entre los soberanos de los dos países, entre cuyos gobiernos tampoco hay «ningún problema». Los Reyes realizarán un viaje histórico, ya que se trata de la primera visita que un Monarca español realiza a las dos ciudades autónomas situadas en el norte de África desde Alfonso XIII y también la primera en 32 años de reinado de los Reyes,.que ya estuvieron en Ceuta y Melilla en 1970 como príncipes.

A pesar de que las relaciones entre Madrid y Rabat han mejorado durante los últimos años tras la crisis del islote Perejil, la reivindicación marroquí sobre ambos enclaves siempre ha sido origen de conflictos. Hace dos años, el reino alauí también censuró la presencia de Zapatero en esta dos ciudades, aunque su reacción fue mucho más tenue que la que ha provocado el anuncio del viaje de los Reyes. Se daba la circunstancia de que el líder del PSOE se convirtió en el primer presidente del Gobierno español que pisaba estos enclaves desde Adolfo Suárez. En esta ocasión, las autoridades marroquíes han sido menos diplomáticas y han mostrado su malestar mediante un comunicado del primer ministro, Abas El Fassi, y una declaración del ministro de Comunicación y portavoz gubernamental, Khalid Naciri. Ambos lanzaron ayer un mensaje muy similar. El primer ministro mostró su «sorpresa» por la visita, que dijo haber conocido a través de la Prensa, expresó su «profundo lamento y rechazo» por una iniciativa que espera que «se retire» y advirtió de que tendrá como consecuencia «influir en las relaciones privilegiadas existentes entre los dos países amigos».

Reivindicativo

Con un discurso muy reivindicativo, El Fassi señaló que su Gobierno, «en total simbiosis con el pueblo marroquí, recuerda que estas dos ciudades forman parte del territorio del Reino de Marruecos y su retorno a la madre patria se hará por medio de negociaciones directas con la vecina España, como fue el caso de Tarfaya, Sidi Ifni y el Sahara marroquí».

Este comunicado estuvo precedido por la comparecencia de Naciri, quien tampoco se salió del guión oficial. En una declaración de cinco puntos, inesperada por las autoridades españolas, recalcó que «no podemos olvidar un problema primordial, que es el de las dos ciudades ocupadas».

Naciri fue rotundo al explicar que «todos los marroquíes están de acuerdo en que Ceuta y Melilla son marroquíes». Señaló que el viaje real había sido una cuestión planteada en la reunión gubernamental por el ministro de Asuntos Exteriores y Cooperación, Taib Fassi-Fihri, miembro del Partido Istiqlal, el más votado en las elecciones legislativas del pasado 7 de septiembre, y que llegó a pedir en 1990 la mediación del Papa para encontrar «salida» a las aspiraciones marroquíes sobre las dos ciudades autónomas españolas.

Según el relato de Naciri, fue Fassi-Fihri quien transmitió al resto del Gobierno «lo que informó el miércoles y el jueves la Prensa española a propósito de la visita que prevé realizar el Rey Juan Carlos de España a las ciudades marroquíes expoliadas de Ceuta y Melilla». «Constato que del otro lado del Estrecho a menudo se tiene un acercamiento que tiene que actualizarse y que hay que comprender que el tiempo de las aproximaciones coloniales ha sido superado definitivamente», agregó Naciri.

Institucional

Sin embargo, fuentes del ministro de Asuntos Exteriores español recalcaron que fue Miguel Ángel Moratinos quien informó de la iniciativa a Fassi-Fihri. En todo caso, el Gobierno de Zapatero restó importancia a la protesta marroquí por una visita que calificó de «institucional».

Portavoces del ministerio recordaron que «no hay ningún problema» entre España y Marruecos, países que han incrementado en estos últimos años su cooperación «en todos los ámbitos».

Por su parte, el presidente de Melilla, Juan José Imbroda, comentó que la visita de los Monarcas es «un sueño largamente esperado por todos los españoles y todos los melillenses». Su homólogo en Ceuta, Juan Jesús Vivas (PP), lamentó la reacción de Marruecos, pero aclaró que ésta «no altera» el «ánimo de plena satisfacción» de los ceutíes.