DECLARACIONES. Juan Verde y Jennifer Clad responden a la prensa al finalizar el encuentro
ANDALUCÍA

Misión posible

Gore abandona Sevilla convencido que el encuentro para formar a 200 'mensajeros' del cambio climático es el mejor de cuantos ha celebrado El evento concluye con un mensaje optimista: Se está a tiempo

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Ya no quedaba ningún mozarrón con pinganillo. Se acabó la seguridad. Al Gore debía estar a primera hora de la mañana cruzando el charco con dirección a Tennessee en un jet privado bien repostado -él dice que cada vez que se sube a él planta árboles para contrarrestar las emisiones de Co2 a la atmósfera-, mientras en Sevilla todo se resumía a una reunión típica en un hotel típico. Se acabaron las alharacas, los ocultismos, las cámaras intentando robar imágenes por los resquicios de las puertas. Ayer se podía entrar en el salón donde se ha celebrado el I Encuentro Español de Líderes en Cambio Climático con absoluta normalidad, casi sin que nadie controlara las acreditaciones.

Sin el premio Nobel las cosas cambiaron mucho. Pero los medios de comunicación que pasaron el sábado apostados en una sala del hotel, esperando que en algún momento el candidato demócrata diera la cara, no perdonaron. Cuando la mujer de confianza de Al Gore, Jennifer Clad, apareció ante la prensa, todas las preguntas fueron destinadas a las razones del oscurantismo del encuentro. «Esta es una forma de hacerlo como otra cualquiera. Este congreso no nace con la intención de ser una campaña de comunicación masiva, sino una cuestión ciudadana. Y Gore tampoco quiere que haya intermediarios». A Sevilla, sin embargo, ha venido a formar a 220 intermediarios de su causa.

Clad, además, entendía que el plan de comunicación ha sido muy generoso: «Éste ha sido el único encuentro de los once que ya se han celebrado en el que ha podido entrar la prensa en algún momento. El señor Gore llevaba un año y medio sin dar ruedas de prensa en ningún sitio y el otro día ofreció una en Oviedo, por lo que el trato ofrecido a los periodistas españoles ha sido el mejor. No hay que olvidar que cuando él se pone de profesor quiere que sea algo personal con los participantes, porque con ellos se crece, y eso es algo que no se puede hacer con los medios delante porque tendría que medir sus palabras. Además, él no quiere que todo esto gire en torno a Al Gore, sino a su mensaje».

El fundador en España del Proyecto Cambio Climático y portavoz del encuentro de Sevilla , Juan Verde, también se pronunció al finalizar la reunión y declaró que el encuentro se ha cerrado «con un mensaje final de optimismo: Estamos a tiempo de cambiar las cosas; y para eso se necesita una mayor concienciación social, y que se cambie la voluntad política y se asignen los recursos suficientes».

Verde, al igual que ha hecho Gore, ha elogiado el «potencial de España contra el cambio climático» y su «oportunidad histórica» para afrontarlo por ser el país de la UE «con más sol y con más viento», que son la base de las principales energías renovables, y por su posición geoestrátegica, al poder influir en Europa, África y Latinoamérica. También ha dicho que Gore ha considerado «un éxito» el encuentro.

Verde insistió en que en su primera ponencia Gore hizo un análisis científico de la situación actual del planeta, después abordó el origen y las causas del problema y, por último, expuso las posibles soluciones. Todo esto se debatió entre los participantes, que le lanzaron una pregunta por cada diez asistentes. También subrayó Verde que todo lo que dice el ex vicepresidente de los Estados Unidos está avalado por la comunidad científica y que el cambio climático de la Tierra es un debate cerrado porque está aceptado.

Sin cobrar

El fundador en España aclaró que Gore ha hecho todo esto sin cobrar nada, como ninguno de ellos, y que incluso en el caso de Sevilla se ha volcado mucho más: «Desde que llegó el pasado lunes a España ha estado en siete ciudades y en cuatro países. Está agotadísimo, por lo que decidimos prepararle un descanso de hora y media durante el almuerzo. Pero él mismo decidió no descansar para estar con el grupo hasta justo antes de irse al aeropuerto». A coger su jet privado.

Apretada agenda

Y su agenda para los dos próximos meses, según indicó Jenny Clad, tampoco le va a permitir mucho bajarse de él. «Tiene que volver a Europa a recoger el Nobel y desde ahora hasta entonces va a hacer muchas cosas en los Estados Unidos. Viaja mucho, porque también es empresario y tiene que atender sus negocios, y como no tiene planes de presentarse a la presidencia de los Estados Unidos, va a seguir volcándose en su proyecto, porque se siente absolutamente comprometido con él».

Además, en Sevilla dice haber recibido un empujón moral importante: «Estamos muy contentos por los resultados obtenidos aquí. Estábamos preocupados porque éste era el primer país no anglosajón en el que lo hacíamos, pero ha sido un éxito. No se perdió el mensaje por cuestiones del idioma y a partir de ahora este va a ser el modelo a seguir».