OPINIÓN

Autocrítica

En el Cádiz están fallando muchísimas cosas, y una está claro que es el título de esta columna. De acuerdo que el Cádiz ayer no mereció perder, pero yo me pregunto ¿mereció ganar? Yo pienso que no. Cierto es que lo más justo hubiera sido un empate y a cero encima, pero seamos sensatos, no nos dejemos llevar por la pasión y reconozcamos las cosas. Tampoco merecíamos ganar. Y digo que la autocrítica falta en estos momentos porque no podemos buscar como culpable al árbitro del traspiés de ayer. No podemos excusar la nueva derrota en las expulsiones de ayer. Porque si me apuran, la única injusta que pudo haber, fue la de ellos. La de los nuestros fueron muy justas. Es verdad que para mejorar hay que empezar a hacerlo desde atrás, y el equipo de ayer estaba bien para empatar, pero era difícil que ganásemos. Los números que estamos consiguiendo este año son paupérrimos. Lo sabemos. Y es que a los ya conocidos de menos goleadores, partidos sin ganar y perdidos de forma consecutiva, hay que añadirle el de seis expulsiones en diez jornadas de liga. Tela del telón. Volviendo al tema de eximir de responsabilidades al colegiado de ayer, creo que tampoco hay nada que decir sobre si el partido duró más de los cincuenta minutos que descontó y por el contrario se fue el partido a los cincuenta y uno. Es lógico que si Contreras tiene que ser atendido en ese período de prolongación, que ese tiempo se añada. Vale, de acuerdo que no se suele hacer, pero eso no significa que no esté bien hecho. Con esto no estoy diciendo que el árbitro haya sido bueno, que no lo es. Es más, hubo ocasiones que demostró ser bastante malo, especialmente cuando hubo dos balones en el campo y, pese a verlo, ni detiene el juego y da bote neutral ni tampoco lo echa él fuera, sino que lo mira y pasa del esférico.

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Eso sí, afortunadamente, en este equipo hay jugadores que si ejercen la autocrítica. Diego Rivas sin ir más lejos, así lo manifestaba al término del partido. Hablaba de las muchas cosas en las que tienen que mejorar y precisamente de la autocrítica que hay que hacer. Claro, en él no me sorprende, se nota los años de primera división (no sólo uno como muchos que hay y van de sobrados), y la preparación que tiene. Así que vamos a poner remedio a todo esto, que nos vamos a pique. Y ante el discurso de que aún queda mucho por delante, sólo me acuerdo de la temporada del descenso a Segunda B. Que también a estas alturas de la liga quedaba mucho por delante. Y punto.