PREPARADAS. Más profesionales cada día, las mujeres siguen hallando trabas a la hora del empleo.
ANDALUCÍA

El sexo aún importa

Un estudio de la Consejería de Economía que acompaña a los Presupuestos para 2008 confirma que las mujeres siguen a gran distancia de los hombres en salarios y oportunidades

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La igualdad entre hombres y mujeres como una inversión de futuro. Así enfoca la administración autonómica andaluza sus esfuerzos por lograr que mermen las diferencias -muy notorias aún en determinados campos- entre sexos.

El Informe de Evaluación de Impacto de Género del Presupuesto de la Comunidad Autónoma de Andalucía para 2008, que presentó el viernes el consejero de Economía, José Antonio Griñán, pone el acento en que el crecimiento económico y sostenible y la competitividad en el entorno europeo tiene que venir de la mano de las políticas de igualdad.

Carmen Martínez Aguayo, viceconsejera de Economía y responsable de este estudio, destaca el crecimiento económico experimentado por nuestra región en los últimos años y que ella califica de «excepcional». Ahora bien, lanza una advertencia: «La sostenibilidad de este crecimiento requiere la incorporación al ámbito productivo de todo nuestro potencial, requiere mejorar y aprovechar adecuadamente nuestro capital humano, nuestros hombres y mujeres, fundamentalmente éstas».

El objetivo del Gobierno andaluz es cumplir con la línea que fijó la Agenda de Lisboa: en 2010, las tasas de empelo y de actividad femeninas deben situarse en el 60 por ciento. Andalucía aún está lejos de esos porcentajes.

Nuestra comunidad registró en 2006 una media de 3,5 millones de personas de 16 años o más en activo en el mercado laboral, de las que el 39, 6 por ciento eran mujeres. Del total de la población en activo, el 87, 3 por ciento se encontraban ocupadas y el 12, 7%, en el paro.

Un dato define la situación actual: el 62, 7 por ciento de los andaluces en activo tienen un puesto de trabajo, mientras que el 56, 1 por ciento de las andaluzas están sin trabajo remunerado. Es más, del total de la población de 16 años y más en Andalucía, 2,8 millones (el 44, 7 por ciento del total) se encontraban inactivas. De ellas, el 64, 8 por ciento eran mujeres.

Más amas de casa

Hay tendencias que cuesta modificar más que otras: 932.600 mujeres en Andalucía de más de 16 años se dedican todavía y en exclusiva a las labores del hogar, responsabilidad que sólo asumen 50.100 hombres.

La tasa de empleo masculina es superior a la femenina en todos los grupos de edad, especialmente en la franja de 30 a 54 años, donde alcanza un 84 por ciento. ¿Los motivos? La maternidad, el cuidado de personas con dependencia o, simplemente, el matrimonio.

Esta tendencia tiene su consiguiente reflejo en la tasa de empleo: las mujeres paradas duplican a los hombres en todas las edades. Sin embargo, la evolución desde 2003 muestra que estas diferencias disminuyen en todas las edades.

Esto supone que las andaluzas tienen que esforzarse más para entrar en un mercado laboral en el que cuentan con menos posibilidades que los hombres. Superado este esfuerzo aún padecen otra discriminación igualmente llamativa. Según las estadísticas publicadas recientemente por la Agencia Estatal de la Administración Tributaria sobre Mercados de Trabajo (avance de 2006) los andaluces ingresaron 5.817 euros por salario medio anual, es decir, que ellos cobran un 44 por ciento más que ellas.

Más en la banca

Y esta es una tendencia común en todos los sectores, pero alcanza los mayores tintes en entidades financiaras y aseguradoras. Un empleado de banca ingresa de media en Andalucía 13. 259 euros más que una empleada.

El cemento y el ladrillo, según la estadística, son más igualitarios: un albañil sólo gana 2.842 euros más por su condición masculina.

La balanza se desnivela, por lo tanto, del lado de los hombres, aunque esto no significa que sean los candidatos o los empleados mejor formados. De hecho, el Informe de Evaluación de Impacto de Género del Presupuesto de la Comunidad Autónoma de Andalucía para 2008 pone de manifiesto que 72.558 andaluzas se habían matriculado en 2006 para cursar estudios universitarios, frente a los 57.679 andaluces.

Las mujeres también superan a los hombres en nuestra comunidad en las tasas de idoneidad en edades de educación obligatoria y en los de cursos profesionales.

Administración

La Junta de Andalucía trabaja para encontrar medidas correctoras de estas desigualdades. Y lo hace predicando con el ejemplo. En septiembre de 2007, el total del personal de la Administración general ascendía a 47.638 funcionarios, de los que más de la mitad son mujeres. Los altos cargos se acercan a la paridad con un 38, 5 por ciento.

El Presupuesto de la Comunidad para 2008 apuesta por esta tarea en pos de la igualdad, con los denominados programas G+, que absorben el 53,2 por ciento de las cuentas de forma que aumentan su participación en el gasto total respecto al año 2007 como consecuencia de un crecimiento superior a la media, de un 10,9 por ciento.