«El 'corazón' agresivo está en decadencia»

Santi Acosta se despidió en julio de Telecinco y de lo que él llama «ciclo rosa». Y reaparece en Antena 3 con un late show semanal que se estrena hoy al filo de la medianoche, Confidencial S. A. -las siglas corresponden a su nombre-. Se trata de un formato que incluye opinión, análisis, debate, entrevistas y en el que lo rosa no tiene cabida. «Cuando dejé Telecinco dije que no quería hacer nada de corazón», apostilla. El estreno llega con una entrevista a los abuelos de Madeleine, la niña británica desaparecida en Portugal.

-En el plató está arropado por tres de sus socios y ex tertulianos de Salsa rosa y Dolce Vita -Ángela Portero, Juan Luis Álonso y Paloma García Pelayo-.

-Nos apetecía dar un giro. Antes de dedicarnos a la crónica social, todos habíamos hecho otro tipo de informaciones, por lo que Confidencial... puede entenderse como un regreso a nuestros orígenes. El concepto que defendemos es que los periodistas de corazón están muy vivos y asumen la información, del área que sea, de manera muy competitiva.

-Han sido cinco años en el mundo rosa. A muchos les puede chocar este vuelco.

-Para bien o para mal, lo que queremos es que choque. La audiencia se encargará de premiarnos o castigarnos, lo que queremos es que se den cuenta que podemos hacer otras cosas. Una de las grandes ventajas de esta profesión es poder cambiar.

-¿Cómo es su actual relación con Telecinco?

-Muy buena. Entendí que cuando terminas un ciclo y das un giro, es mejor cambiar de canal.

-¿Llegó a cansarse de hacer crónica rosa?

-Cansado, cansado... No me gusta aburrirme.

«Cometí errores»

-¿Qué aprendió del corazón?

-A respetar a todo el mundo y a que tienes que tomarte las cosas con una sonrisa. Es un entretenimiento, un ratito que sirve para evadirte y pasarlo bien. Lo importante es no perder la parte lúdica y no hacer corazón agresivo.

-A pesar de las buenas intenciones, algún mal rato habrá tenido.

-Supongo que cometí errores. Me hubiera gustado que algunos temas no salieran -no dice cuáles-.

-Durante un lustro se ha dedicado a escuchar a los invitados y tertulianos, no hablaba mucho. ¿Veremos un Santi Acosta distinto?

-No, pero sí estaré en un registro más serio. El corazón, al menos como lo hacíamos nosotros, siempre te permitía sonreír. La gran virtud de un presentador, además de dar paso a los temas e introducir a sus protagonistas, es saber escuchar. No hay que ser más estrella que los invitados y colaboradores.

-¿Qué veredicto da a la televisión?

-Es un medio con muchas posibilidades. Hay buenos programas, pero hay que entretener más a la gente, dar más diversión y menos agresión. Yo creo que el corazón agresivo está en decadencia.