Polonia vota por el cambio tras dos años de gobierno de Jaroslaw Kaczynski

El partido liberal Plataforma Ciudadana (PO) ha ganado las elecciones legislativas que se han celebrado en Polonia, poniendo con ello fin a dos años de controvertido gobierno de Jaroslaw Kaczynski. El nuevo primer ministro será el líder de PO, Donald Tusk, quien para muchos simboliza la esperanza de que el país se convierta en "europeo".

"Quiero agradecer a todos los que hoy han ayudado a elegir el mejor destino Polonia", ha declarado Tusk en la sede de su partido, mientras sus seguidores cantaban una típica canción polaca de felicitación y agitaban miles de banderas, dando rienda suelta a una emoción contenida por la larga espera. Casi simultáneamente, el gran derrotado de la noche ha rechazado la posibilidad de formar una coalición con el ganador, y además ha prometido mantener una "estrecha vigilancia" sobre el nuevo Gobierno.

De nada le sirvió a Kaczynski la cruzada moral que durante sus dos años de gobierno lideró contra la corrupción y los ex comunistas, pues la ciudadanía, al final, ha optado por el milagro económico que prometen los liberales, que aseguran van a revolucionar la economía y convertir Polonia en la nueva Irlanda.

Escrutado el 99% de los votos, se confirma la mayoría simple del partido liberal PO y la derrota del conservador y hasta ahora primer ministro, Jaroslaw Kaczynski. Los liberales obtienen un 41,4% de los sufragios, lo que equivale a 209 de los 460 escaños de la Cámara legislativa polaca, según ha anunciado un portavoz de la comisión electoral. Mañana se ofrecerán los resultados definitivos.

El Partido Ley y Justicia (PiS) de los hermanos Kaczynski cuenta con el respaldo del 32,1% de los votantes, lo que supondría 166 asientos en la Cámara. Al Parlamento de Varsovia tendrá también acceso el partido Izquierda y Democracia (LiD) del ex presidente polaco Aleksander Kwasniewski, con un 13,2% de los votos y 53 diputados, mientras el moderado partido campesino PSL logra un 8,9% de los votos y 31 parlamentarios.

Castigo a los más radicales

Los electores polacos han querido castigar a los dos partidos más radicales del panorama político polaco, protagonistas de múltiples escándalos a lo largo de la última legislatura, la ultracatólica Liga de las Familias Polacas y los populistas de Autodefensa, que se quedan fuera del Parlamento.

En el Senado, los resultados dan hasta ahora 59 senadores a PO, 38 a PiS y un senador a LiD y PSL respectivamente. La participación ha llegado al 53,8%, la más alta de la historia de la democracia polaca.

Todos los líderes políticos se han felicitado por el elevado número de votantes que han acudido a las urnas, aunque esta alta participación ha sido también la causa de que el cierre de la jornada se alargase angustiosamente durante tres horas, ya que algunos colegios se quedaron sin papeletas durante las votaciones debido a la falta de previsión de la Comisión Electoral Nacional.

Durante esa tensa espera, los analistas políticos hablaban de escándalo, mientras que desde la oposición se ha temido lo peor e incluso se sugería una posible manipulación de las votaciones. Los resultados han cumplido finalmente todos los pronósticos y los liberales han obtenido la victoria, alejando el miedo que había invadido a sus militantes tras los sucesivos comunicados con los que la Comisión Electoral retrasaba la posibilidad de difundir resultados y sondeos a pie de urna.