Sergio Narváez da el triunfo al Portuense en el tiempo de descuento

El Racing Portuense de Carlos Orúe consiguió su primera victoria de la temporada y, al mismo tiempo, logró sacar la primera derrota del Águilas en su feudo en lo que va disputado de Liga. El partido no fue bueno ni bonito, pero sí dejó claro que el equipo de El Puerto de Santa María tiene calidad suficiente para no estar en la posición que ocupaba en la tabla clasificatoria antes de su visita a El Rubial. Aunque pueda considerarse que el premio de la victoria fue excesivo por lo que se vio durante el partido, el encuentro tuvo más color de empate que de victoria para alguno de los dos equipos.

La escuadra gaditana se mostró ayer muy seria y con las ideas muy claras, superando a los murcianos en la parcela ancha del terreno de juego y, aprovechando su única ocasión de gol, cuando ya pasaban cuatro minutos del tiempo re, Narváez conseguía la victoria y hacía doblar la rodilla a un Águilas que no daba crédito al gol encajado cuando ya veía un nuevo punto subido en su casillero particular.

Con un exceso de centrocampismo y apenas ocasiones transcurrieron los primeros 15 minutos. Fue entonces cuando Espeleta llegaba por banda derecha consiguiendo centrar para David Franch, no llegando éste a un remate que le dejaba en inmejorable posición a la portería visitante. Sin problemas atrapaba también Wilfred un remate del propio David Franch cuando quedaban apenas 10 minutos para el descanso. Fueron éstos los mejores momentos del encuentro y de nuevo el local Franch remataba al larguero en la mejor ocasión para su equipo. La respuesta rojiblanca no tardó en llegar y Palacios lanzaba desde fuera del área a la portería del Águilas, atrapando sin problemas Iván Gómez, y se llegaba al descanso con un disparo de Edu Espada que salía fuera.

La reanudación comenzaba con un lanzamiento del local Navarro que salía por encima del larguero. Antes de los 10 minutos, cuando ambos equipos aún no habían comenzado a temporizar el juego, Edu Espada probaba fortuna, pero su lanzamiento era bloqueado por Wilfred. A partir de ese momento se anuló cualquier ocasión de gol o acercamiento a ambas porterías. Ni los locales lo podían hacer por las bandas, ni los visitantes con sus rápidos contragolpes.

El partido había entrado en una fase en la que los murcianos controlaban el centro del campo e intentaban llegar con balones rápidos desde las bandas al área visitante pero una y otra vez se encontraban con una defensa visitante muy bien situada, sin fisura alguna para que los locales pudieran ver el camino de gol. Tan sólo cuando se cumpliera la media hora el local José García, que se había incorporado al partido en esta segunda parte, conseguía realizar un lanzamiento, aunque demasiado alto.

Los dos equipos estaban negados de cara al la portería y parecían haber firmado el empate, pero en el tiempo añadido, cuando nadie esperaba que se moviera el marcador, una falta, botada por los visitantes desde su propia área llegaba a las inmediaciones de la portería murciana, Narváez controlaba y bajaba al suelo el esférico ante la pasividad de la defensa local y establecía el 0-1 definitivo que llegaba como un jarro de agua fría tanto para el equipo de casa como para la afición.

No hubo tiempo para más y el equipo racinguista sumó su tercera jornada sin conocer la derrota y la primera victoria en un campo muy difícil, lo que convierte a este partido en un importante aval de cara a la próxima jornada.