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Un albanés es abatido por la Policía tras matar a su cuñado en un juzgado de Italia

Klirimi Fajzo, un ciudadano albanés de 40 años, sembró ayer el pánico en un juzgado de Reggio Emilia, en el norte de Italia, al ponerse a disparar en un arranque de locura durante la vista de separación de su mujer. Mató a su cuñado e hirió de gravedad a su esposa, los dos albaneses, delante de la hija pequeña de ambos, además de alcanzar con sus disparos a otras dos personas, antes de morir abatido por un policía. Los médicos lograron mantener con vida a la mujer, que en principio se daba por muerta, aunque a última hora de ayer sus condiciones eran muy graves.

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La pregunta, naturalmente, es cómo este hombre pudo entrar armado en los tribunales, pero la respuesta es más o menos previsible: según denunciaban ayer algunos magistrados, descansa desde 2001 en un cajón un plan para colocar en el edificio un detector de metales y cámaras de vigilancia. El Ministerio de Justicia ha abierto una investigación.

Un milagro

El abogado del fallecido, Galileo Conti, que tuvo que tirarse al suelo cuando su cliente empezó a disparar, salvó la vida de milagro. El hermano de la víctima, de 32 años, intentó inmovilizar al agresor, pero también murió en el acto. Luego, ya completamente fuera de control, el individuo disparó a todo lo que se movía. La abogada de su mujer resultó herida.