Por humanidad

l pesquero Corisco, con tripulación española y portuguesa, logró evitar ayer una tragedia al rescatar a medio centenar de inmigrantes ilegales hacinados en una 'zodiac' a punto de naufragar. Una vez más, la integridad moral de unos marineros y el cumplimiento estricto de los convenios internacionales que exigen prestar auxilio a quien se encuentre en peligro en alta mar libraron de un desenlace fatal a los hombres, mujeres y niños dispuestos a jugarse la vida en una travesía desesperada. Y, una vez más, la renuencia de los países ribereños -en este caso, Libia y en el pasado, también Malta- a hacerse cargo de la situación, por injustificables prioridades nacionales, empaña el gesto de solidaridad protagonizado por un puñado de pescadores. Este nuevo episodio ha de urgir a la UE a promover acuerdos que garanticen realmente la asistencia a los extranjeros a la deriva.