Brown y Durao Barroso, a la llegada de éste último, a Downing Street . /AP
cumbre de lisboa

Brown advierte que rechazará el nuevo Tratado de la UE si no respeta las «líneas rojas»

Deberán respetarse las cláusulas y las garantías de veto que el Reino Unidos posee en cuestiones como la seguridad social, la justicia y los Derechos Humanos

LONDRES Actualizado: Guardar
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Reino Unido rechazará el borrador del Tratado de Reforma de la Unión Europea si no se cumplen sus demandas, según ha advertido su primer ministro, Gordon Brown, al término de su entrevista en Londres con el presidente de la Comisión Europea, Jose Manuel Barroso.

Estas declaraciones, se producen un día después de la reunión entre el primer ministro italiano, Romano Prodi, y el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, en la que ambos se mostraron convencidos de la aprobación del Tratado en la cumbre de Lisboa.

Brown, duramente criticado esta semana tras anunciar que no adelantará las elecciones parlamentarias, ha prometido que protegerá los intereses británicos en las negociaciones del Tratado de Reforma, que se prevé que los Veintisiete respalden en el Consejo Europeo de la próxima semana en Lisboa.

Reino Unido quiere que se cumplan sus 'líneas rojas', una serie de cláusulas - opt-outs - y garantías de veto en determinadas cuestiones como la seguridad social, la justicia y los Derechos Humanos. "Si, por supuesto, no conseguimos nuestras 'líneas rojas' no seremos capaces de aceptar el tratado, y creo que eso es bien sabido por toda la gente en toda Europa", ha reconocido el primer ministro británico.

Brown se ha mostrado confiado en que se respetarán los deseos británicos en la negociación, pero ha dicho que no da por garantizado el resultado de las conversaciones.

Barroso aboga por el entendimiento

Por su parte, Barroso se ha mostrado convencido de que "las opt-out que fueron negociadas duramente por el el Gobierno de Blair estarán en el texto".

El presidente de la CE ha señalado que hay asuntos importantes que Europa debe atender, como el cambio climático, el terrorismo y la seguridad energética. "Necesitamos dejar atrás el debate sobre las instituciones. No podemos pasar todo el tiempo debatiendo estos asuntos", ha manifestado Barroso.

El nuevo texto ha sido motivo de debate en el Reino Unido, donde el Partido Conservador (primero de la oposición), considera que el Gobierno tiene el deber moral de convocar un referéndum sobre el tratado, como había prometido en el caso de la Constitución. Sin embargo, la Administración laborista insiste en que los dos documentos son "considerablemente" diferentes y ha descartado una consulta.

"Similitudes" entre el Tratado y la Constitución

El debate ha surgido a raíz de la divulgación de un informe, por una comisión parlamentaria británica, en el que se explica que, tras un exhaustivo estudio del borrador del nuevo Tratado de la Reforma, se han encontrado "considerables similitudes" entre el tratado la Constitución rechazada por los votantes franceses y holandeses en el 2005.

El informe advierte de que las cláusulas (opt-outs) negociadas por el ex primer ministro Tony Blair en la cumbre del pasado junio en Bruselas para proteger las conocidas "líneas rojas" (en áreas como los derechos humanos, impuestos, subsidios, política exterior y Justicia), no serían efectivas en la práctica. Además, la comisión critica el proceso "secreto" que se llevó a cabo para redactar el borrador del nuevo tratado, y que se prevé sea firmado por los jefes de Gobierno de la UE en Lisboa a finales de este mes.

Los diputados añaden que la petición a los parlamentos nacionales para que contribuyan al "buen funcionamiento de la Unión" puede contradecir la Declaración de Derechos británica de 1688, que protege al Parlamento de Westminster e impide que éste tenga obligaciones legales ante un organismo externo.

Según el texto de los diputados, la imposición de un deber al Parlamento británico es "cuestionable" por una "cuestión de principios y debe ser resistida".