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Demasiada calidad en Balaídos

El Xerez cae derrotado ante un Celta que realizó el mejor partido de su titubeante inicio de competición Los azulinos aguantaron un empate durante setenta minutos, pero el talento celtiña acabó imponiéndose

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El Xerez se topó con la calidad. Con el talento que atesora un conjunto gallego, que cuenta hasta con un entrenador con exquisita técnica. Los azulinos se chocaron con esta circunstancia, además de con sus propios errores y temores acabó cediendo un empate que había logrado soportar hasta la media hora de la segunda parte, hasta que, de pronto, llegó la tromba de calidad celeste. Y es que el Xerez saltó a Balaídos con miedo escénico, casi con temblor de piernas y sin ninguna confianza. No era capaz de crear, ni triangular jugada alguna. No había intensidad y la empanada recordaba a la padecida en los primeros minutos de la temporada en el Rico Pérez. El equipo de Rondán sufría horrores cada vez que tenía la posesión del balón. Este conjunto todavía no está ni mucho menos cómodo con el cuero en su poder. Por mucho que hubiera tres medios centros sobre el campo -Samuel, Vicente Moreno y Abel Aguilar-, la bola quemaba en los pies de los azulinos. Carencia que se hacía más evidente en todos y cada uno de los saques de puerta, pues Chema se empecinaba en cedérsela al central más cercano: Samuel para Francis, el barbateño para Samuel, para Mendoza y finalmente para un Bajic que mandaba el melonazo a la nada. La escena se repitió tantas veces como saques de puerta se produjeron, y de hecho así pasaron los primeros cuarenta minutos de penurias xerecistas.

El Celta también encadenaba errores en ataque y durante mucho tiempo no aprovechó el temor de los azulinos, pero arreaban a base de individualidades cargadas de calidad. Sobre todo por las bandas, por donde las subidas de los laterales creaban mucho peligro. Además, Jorge y Canobbio, dos de las botas de oro de este Celta, se intercambiaban de costados frecuentemente. En mitad de una permuta, el talentoso uruguayo recibió en la frontal del área y sacó un disparo pegado al palo que Chema no fue capaz de repeler a pesar de la larga distancia de la que había salido la bola.

El tanto fue lo mejor que le pasó a la torrija xerecista, pues reavivó a los hombres de Rondán, que pese a todo continuaban sufriendo con el cuero en las botas. De hecho, la reacción azulina llegó gracias a la presión en la zona ancha. Allí se comenzó a cimentar el empate del conjunto jerezano. Antes, Núñez volvió a asustar a Chema. El lateral celtiña se plantó en el área para rematar de cabeza al palo.

Marca Yordi

Mucha más puntería tuvo Yordi, que no sólo se reencontró con la titularidad, sino que también volvió a su cita con el gol. Míchel sacó su punta de velocidad para caer a banda y buscar de primeras a un Yordi que se lanzó en plancha para picar a bajo y poner el empate en el marcador. El gol llegó cinco minutos antes de que el colegiado pitara el final de la primera parte, por lo que dio un empujón psicológico al equipo.

Los gallegos continuaron con sus arreones de individualidades y antes de que se cumplieran los primeros diez minutos de la segunda parte lograron el segundo tanto. Gol que fue anulado incomprensiblemente por el asistente. Jorge se marcó un importante eslálom desde el centro del campo y en dos pases, Costas la empuja al fondo de las redes, pero entre Hevia Obras y su amigo en la banda echan una mano para que los azulinos aguanten unos minutos más el empate. Y es que las tablas se soportaron hasta que afloró la calidad y el talento de los hombres que entrena Stoichkov. La entrada de Suárez fue fundamental. Dejó una pincelada en el segundo tanto del conjunto celeste y regaló una perla con el definitivo 3-1. La defensa azulina le dejó unos metros que Suárez aprovechó para disparar desde unos veinticinco metros. Fuerte, colocada y con rosca. Chema sólo se pudo tirar para la foto.

Todo lo que vino después sobró. Un mal gesto de Costa encendió a los azulinos que no soportaron la burla. El saldo negativo: Antoñito acabó expulsado.

sgalvan@lavozdigital.es