Toca un campo de Primera

La jornada siete del calendario ha colocado al Xerez Deportivo en una de las plazas grandes de la actual Segunda División, en uno de esos campos en los que sólo hace uno meses clavaban los tacos las estrellas del fútbol mundial. Escenarios como Balaídos son los que gustan, en los que los futbolistas disfrutan y en los que Miguel Ángel Rondán tiene que trabajar poco el aspecto psicológico. Especialmente esta tarde todos quieren jugar de inicio en un once en el que se ha puesto difícil meter la cabeza. Algo contradictorio, pues ni el juego, ni los resultados terminan de superar el aprobado. Aún así, no hay más que ver la cantidad de candidatos que salen a un puesto en cuanto se ha producido una grave lesión. En este caso es la de Ramón, que el pasado domingo sufrió un importante destrozo en su rodilla y estará retirado de los campos de juego aproximadamente medio año. Para tapar su hueco se han postulado tanto los centrales naturales (Bajic y Héctor Verdés) como los medios centros de carácter defensivo (Vicente Moreno y Samuel), que no parece importarles aquello de retrasar unos metros la posición. Esa posición en el centro de la defensa es una de las principales dudas que ronda la cabeza del preparador azulino. Miguel Ángel sabe que, cuando se mide a uno de los supuestos grandes de la categoría, es necesario adaptarse a las circunstancias para no salir mal parados. Es mejor sacar un once en función del rival, que tirar de chulería y volver a Jerez con una arrogante derrota. Por eso, el vallense pretende apurar a los últimos instantes para decidirse por una pareja de centrales. En el abanico no hay que descartar a Samuel, pero el medio centro asturiano parece tener más boletos para ocupar una de las plazas de la medular. Eso deja a Héctor, Bajic y Moreno con un 33% de posibilidades cada uno de aparecer en el once. Vicente podría encontrar en la cueva de la defensa el cobijo que parece haber perdido en la zona ancha del campo, y es que Rondán tampoco quiere desperdiciar las toneladas de sacrificio y trabajo que el capitán aporta al equipo. En los laterales no se esperan sorpresas, aunque la alternancia entre Francis y De Coz en el flanco derecho tampoco permite asegurar nada.

En el doble pivote Jorge Luque podría perder su puesto, pues el calvo azulino no termina de ser el chófer de este equipo. Sus perdidas de balón injustificadas, su falta de ideas o su irregularidad solapan su enorme calidad y Rondán podría darle descanso a favor de un Abel Aguilar que tiene conquistado al técnico xerecista. El colombiano se ganó la temporada pasada la confianza de Miguel Ángel y, a poco que adquiera un buen nivel físico, tendrá continuidad en el once. En las bandas, Momo y Marco Navas comienzan a afianzarse. De momento, se han ganado la titularidad, y salvo que la pierdan continuarán gozando de ella.

La otra gran interrogante que quitaba el sueño a Rondán era el nombre del delantero que secundará a Yordi. El isleño ha cumplido su castigo y ya esta apto para continuar con su racha goleadora. Además, ahora es ese hombre importante que el club ya venía buscando desde el año pasado, por lo que no sólo perfora porterías sino que también abronca a todo aquel azulino que se salga de la fila. Miguel Ángel quiere que continúe tirando del carro. Junto a él aparecerá otro de los pesos pesados. O bien Míchel, por tamaño, o bien Antoñito, por la rebosante calidad. El sevillano está demostrando en cada entrenamiento que es un jugador diferente, técnicamente superior. Una de las joyas delicadas de la plantilla. Algo que en ocasiones no basta ni para rendir a un gran nivel ni para asegurarse un puesto en el once. De cualquier manera, cualquiera de los dos será garantía de una delantera temible.

A por la tercera

Los azulinos no desprenden aún ni frío, ni calor. Al menos, esa es la sensación que tiene una afición que todavía no se termina de dar por satisfecha como lo que están viendo. Desde el vestuario, Rondán no para de intentar transmitir esa seguridad que él mismo tiene en su trabajo y en su equipo. Lo cierto, es que las matemáticas dicen que el equipo azul y blanco está más abajo que arriba en la tabla -con muy pocas jornadas disputadas, cierto es-, pero que ha logrado acumular dos jornadas sin perder. De repetir en Balaídos sería la tercera ante un Celta que está padeciendo el síndrome postfracaso y aún no ha sido capaz de adaptar su millonario plantel al pugnado mundo del fútbol de Segunda División.

Preocupación en Vigo

En cuanto al Celta de Vigo, el club gallego tratará de enmendar el nuevo tropiezo cosechado en la última jornada ante el Elche, con una victoria ante el Xerez, en un encuentro en el que el técnico celeste Hristo Stoichkov prescindirá por primera vez en la temporada del central boliviano Juan Manuel Peña. La ausencia del transandino parece que propiciará el cambio de posición de Agustín García Agus, que pasará de ocupar el lateral izquierdo, tal y como ha ocurrido en las últimas jornadas, para formar pareja de centrales con Rubén.

El preparador búlgaro reconoció ayer en rueda de prensa que el conjunto gallego necesita «encadenar cuatro o cinco victorias» para acabar de una vez por todas con las dudas creadas en el arranque liguero en el que los celestes suman ya tres derrotas en seis partidos. «Necesitamos ganar cuatro o cinco partidos seguidos. No podemos entrar en la cabeza de un jugador pero sí transmitir tranquilidad y la idea de que en el fútbol, cuando juegas bien, cuando quieres, es mucho más fácil», señaló Stoichkov.

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