MADRID. Algunos de los acusados, ayer tras prestar declaración. / EFE
ESPAÑA

En libertad los nueve acusados de quemar fotos de los Reyes

Grande-Marlaska mantiene la imputación de injurias a la Corona y espera de cerrar el caso ante la falta de acusación de la Fiscalía

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El fiscal del caso, Luis Barroso, única acusación en este proceso, rechazó imputarles delito alguno. El Ministerio Público, que sí pidió en su momento medidas cautelares para Jaume Roura y Enric Stern (los dos autores de la primera quema de fotos en Gerona el 13 de septiembre), entiende ahora que los individuos que prendieron fuego a las imágenes del Rey nueve días después no cometieron delito porque sólo mostraban su solidaridad con Jaume Roura y Enric Stern.

Archivo de sumario

El juez Grande-Marlaska mantiene por el momento la imputación de injurias a la Corona, un ilícito penado con entre seis meses y dos años de cárcel, a la espera de cerrar el caso por falta de acusación. Según fuentes judiciales, el magistrado podría archivar el sumario si no hay novedades el próximo lunes, cuando comparezca el décimo acusado por estos hechos, otro independentista gerundense identificado por los servicios de Información de la Guardia Civil gracias a una fotografía en un periódico.

El juez interrogó durante dos horas, y uno a uno, a los nueve sospechosos, que prestaron declaración asistidos por su abogado, Benet Salellas, el mismo letrado que defendió a Jaume Roura y Enric Stern. Siete de los acusados reconocieron haber quemado imágenes del monarca y adujeron que se trataba de un ejercicio de la libertad de expresión, de «desobediencia civil y pacífica» y de «resistencia popular». Todos ellos insistieron en que la quema era una muestra de solidaridad con los dos independentistas que se sentarán en el banquillo para enfrentarse a una petición de 15 meses de cárcel.

Otro de los jóvenes que declaró ayer negó haber prendido fuego a retrato alguno, aunque sí admitió encontrarse en la concentración, y el último de los independentistas aseguró que se limitó a leer el manifiesto del acto, pero que ni quemó imágenes del monarca ni incitó a ello.

La declaración judicial de los nueve independentistas estuvo precedida por un enfrentamiento verbal entre un grupo de radicales catalanistas, que acudió a Madrid para arropar a los acusados, y otro de extrema derecha, ambos congregados en la plaza de Colón, a 200 metros de la Audiencia Nacional.