Una grúa traslada el vehículo cargado con explosivos y detonadores. / EFE
posible aborto de atentados en verano

La Guardia Civil halla en Huelva un coche de ETA con más de cien kilos de explosivos y varios detonadores

El vehículo, un Ford Focus familiar, fue alquilado el 19 de junio en Lisboa por el presunto miembro no fichado de ETA Unai Arrieta

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Efectivos de la Guardia Civil de la Comandancia de Huelva han encontrado este mediodía en Ayamonte un vehículo abandonado por ETA y cargado con 130 kilos de materiales para fabricar explosivos -115 de nitrato amónico y 15 de polvo de aluminio- 10 temporizadoroes y 8 detonadores. El coche, alquilado en Portugal por el peesunto miembro no fichado de la banda Unai Arrieta, volvía al país vecino y, según el director de las fuerzas de Seguridad, Joan Mesquida, los terroristas lo dejaron en la cuneta cuando una 'lanzadera' se percató de la existencia de controles policiales en la frontera. La Guardia Civil, que cree haber abortado una campaña de verano de ETA en Andalucía Occidental, busca ahora pisos francos del comando en el Algarve portugués, en Sevilla y Huelva.

El vehículo, un Ford Focus familiar, fue alquilado el 19 de junio por el presunto miembro 'legal' -no fichado- de ETA Unai Arrieta, natural de Guipúzcoa, en la empresa Rentilusa Locaçao de Lisboa. La fuerzas de seguridad han desplegado un importante dispositivo de seguridad para tratar de localizar a arrieta quien, según fuentes de la investigación, acudió a la agencia de alquiler con su documentación auténtica.



Historia del hallazgo

Según relataron a la Guardia Civil varios operarios que trabajaban en las obras de acondicionamiento de los accesos a una gasolinera cercana, minutos antes de las 9:30 horas de la mañana un Ford Focus plateado -modelo ranchera y matrícula (auténtica) lusa 51 BX 80- frenó bruscamente en la vía de servicio, a la altura del kilómetro 130 de la autovía A-49 que une Sevilla con Huelva, y que continúa hasta el Algarve. El coche, que circulaba en dirección a Portugal, quedó estacionado en una rotonda de cambio de sentido situada entre Ayamonte y la urbanización Costa Esuri, a sólo dos kilómetros de la frontera del país vecino.

Del turismo descendió un varón que, tras aparcar el coche en el arcén y cerrar la puerta, cruzó por un puente peatonal hasta el otro lado de la autovía, donde existe otra rotonda de cambio de sentido. Allí fue recogido por otro automóvil que llegó procedente de la dirección contraria (viajaba de Portugal hacia Huelva).

Los operarios no dieron importancia al episodio, ya que pensaron que el coche se había averiado y que el conductor iba a buscar ayuda. Sin embargo, a las 11:30 horas, dos motoristas a bordo de una BMW volvieron a donde estaba abandonado el coche. Uno de ellos descendió de la motocicleta y, sin quitarse el casco, rompió de un cabezazo el cristal posterior izquierdo del automóvil. A través de la ventana rota abrió la puerta y cogió de la parte trasera varias bolsas negras de plástico que depositó en el suelo. Luego, tras inspeccionar su contenido, cogió un par de ellas. La moto huyó en dirección a España.



"Serpiente de ETA"

Los trabajadores de la autovía creyeron haber presenciado un robo y llamaron a la Comandancia de la Guardia Civil. Mientras, vieron que en el interior de las bolsas que habían quedado sobre la calzada, que tenían un letrero con la leyenda 'nitrato', había un polvo blanco que en un principio pensaron que podía ser cocaína. Sin embargo, enseguida se percataron de que en el interior del coche había varios objetos redondos (probablemente detonadores o temporizadores) en los que distinguieron, según sus propias palabras "la serpiente de ETA".

Una pareja del Servicio Rural del instituto armado se personó de inmediato en el lugar de los hechos. Los funcionarios, a través de la lona que cubría el maletero de la ranchera, vieron otros muchos bultos sospechosos y alertaron de inmediato a los técnicos del Grupo de Especialistas en Desactivación de Explosivos (GEDEX) de la Comandancia de Huelva.



Material explosivo, manuales en euskera y documentación

Los temores se confirmaron cuando el GEDEX retiró la lona del maletero: en el interior había varias decenas de bolsas de uno y dos kilos cargadas con 115 kilos de nitrato amónico y 15 de polvo de aluminio (materiales que, junto al trinitrotolueno, sirven para fabricar amonal). Además, según explicó Mesquida, en el coche había diez temporizadores, ocho detonadores, cordón detonante, un manual en euskera con instrucciones precisas para fabricar artefactos de "todo tipo", diversa documentación y unas maletas. Los agentes también descubrieron un mando emisor para activar a distancia artefactos.

El hallazgo del explosivo puso en jaque de inmediato a los servicios de la lucha antiterrorista. En cuestión de minutos, más de un centenar de agentes de la Guardia Civil, repartidos en tres cordones, cercaron las inmediaciones en busca de los ocupantes del automóvil y de otros posibles vehículos utilizados por los etarras.

Durante más de tres horas el tráfico en la A-49 quedó interrumpido ante el riesgo de que el coche escondiera una bomba-trampa, una posibilidad que luego se descartó. A las 16:00 horas, los GEDEX dieron luz verde al traslado del turismo a la Comandancia de Huelva para su análisis. El automóvil fue recogido en una grúa y quince minutos después la Guardia Civil reabrió la autovía al tráfico rodado.



Abandono precipitado por un control

Las primeras investigaciones de los expertos de la Jefatura de Información de la Guardia Civil apuntan a que el coche fue "abandonado precipitadamente", en palabras de Mesquida, cuando el etarra que viajaba en el vehículo fue alertado, a través del móvil, por un coche 'lanzadera' de que metros antes del puente internacional que une a los dos países había un control policial conjunto de la Guardia Civil y la Guardia Nacional Republicana portuguesa, la 'Guardinha'. Ese turismo 'lanzadera', al percatarse de los controles, habría dado la vuelta tras abortar la operación de traslado de explosivos para recoger al conductor del Ford Focus.

Joan Mesquida señaló que las fuerzas de Seguridad "no descartan ninguna hipótesis". No obstante, responsables de la lucha antiterrorista trabajan con la tesis de que los activistas, que habían alquilado el coche en Portugal, pasaron a España en los últimos días para dirigirse al País Vasco o al sur de Francia para cargar el explosivo.

Una vez recogido el material, los etarras volvían a Portugal para, una vez allí, preparar uno o varios artefactos. El mando único insistió hoy en el que vehículo encontrado no iba a ser transformado en coche-bomba y que todos los componentes explosivos estaban separados y no había ningún mecanismo de iniciación activado. "No estaba preparado para explotar", resumió Mesquida.



La Guardia Civil busca pisos francos en el Algarve, Huelva y Sevilla

La Secretaría de Estado para la Seguridad puso en marcha, tras el hallazgo del cargamento de explosivos, una operación especial para localizar a los -al menos tres- etarras relacionados con el vehículo. Los servicios de Información de la Guardia Civil están convencidos de que los huidos forman parte de un comando de ETA que pretendía llevar a cabo una campaña de verano en Andalucía Occidental.

Los especialistas del instituto armado creen que el 'talde' cuenta con un piso franco en la zona turística del Algarve, donde los terroristas se dirigían hoy y donde iban a preparar los artefactos y esconderse después de los atentados en el sur de España. Los investigadores no descartan que el comando también cuente con otra vivienda en Huelva o Sevilla que disponga de un garaje para esconder los automóviles y la motocicleta y preparar coches-bombas.

Los especialistas del instituto armado creen que el 'talde' cuenta con un piso franco en la zona turística del Algarve, donde los terroristas se dirigían hoy y donde iban a preparar los artefactos y esconderse después de los atentados en el sur de España. Los investigadores no descartan que el comando también cuente con otra vivienda en Huelva o Sevilla que disponga de un garaje para esconder los automóviles y la motocicleta y preparar coches-bombas.