Pareja

Huella digital de una relación de pareja, ¿qué hacer con las fotos de tu ex?

Es importante gestionar bien los recuerdos digitales para poder superar la ruptura de manera saludable

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María Alcaraz

María Alcaraz

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Si la ruptura amorosa no fuera una de esas cosas que te revuelven hasta el tuétano, no habría tantos libros, canciones y películas dedicadas a ella. Que alguien deje que querernos, o dejar de amar a alguien, remueve los cimientos del día a día; desde el momento de la ruptura, se empieza a construir una nueva rutina.

Claro, no es nada fácil. Dejar atrás a alguien con quien has compartido vivencias, experiencias y recuerdos es muy doloroso, y muchas veces la única solución al desamor es arramblar con todo lo conectado a esa persona y empezar de nuevo. Si antes esto suponía meter en una caja regalos, fotografías y recuerdos y esconderla en el altillo más inalcanzable de la casa, ahora hay otro problema: la huella digital . Esos miles de mensajes de Whastapp, las fotos del carrete del móvil almacenadas, los post de Instagram en los que se pavoneaba el amor vivido... siguen ahí, perennes, una vez todo termina. ¿Es mejor borrar las fotos o conservarlas? ¿Dejar de seguir a la expareja en las redes sociales? ¿Qué se hace con los mensajes intercambiados? Como todo en la vida, los profesionales dejan claro desde el primer momento que depende de cada persona.

«Todo recuerdo de lo vivido nos despierta emociones, más aún si hablamos de alguien que ya no está en nuestra vida, como es una expareja», explica la psicóloga Sheila Estévez , especialista en conflictos emocionales. Así, esa nostalgia y tristeza que deja la ruptura muchas veces se intenta llenar con el recuerdo de la expareja .

Borrar las fotos, ¿sí o no?

Hay distintos casos y situaciones. Por ejemplo, dice Rafael San Román, psicólogo de 'ifeel' , que no es lo mismo tener unas fotos guardadas, «que puedo perfectamente no revisar si no lo deseo», que tener a la expareja en redes y que su perfil salte a la primera de cambio . Aun así, el profesional es de la opinión de que no siempre es negativo visitar recuerdos; puede incluso ayudarnos. «Aunque no siempre sea agradable, a veces recordar nos puede servir para ir colocando emocional y cognitivamente la ruptura, ir tomando conciencia de lo ocurrido y conectar con la realidad», apunta, aunque añade que a veces «resulta insoportable», especialmente al principio, y es mejor mantener los recuerdos a raya y centrarnos en el presente o el futuro.

Coincide con esta última idea Laura Palomares, psicóloga del centro Avance Psicólogos , que comenta que en una ruptura (sobre todo si nos han dejado) l a primera fase es la de la negación , después la del enfado y más tarde llega la tristeza. «Ver fotos que nos recuerden a la relación, durante las primeras fases del duelo, puede intensificar las emociones de cada una de estas etapas», asegura la profesional. Así, recomienda dejar el 'visionado' para etapas posteriores, cuando estamos más preparados, como es en la fase de asimilación o aceptación.

Ver imágenes y mensajes puede reforzar las emociones negativas que sentimos Adobe Stock

Entonces, hay que pasar a la acción. ¿Qué podemos hacer con todos esos recuerdos digitales que nos acechan? Comenta Sheila Estévez que podemos guardar o eliminar fotos y archivos , igual que guardamos los recuerdos y los regalos 'físicos'. «Es una decisión a tomar cuando uno se sienta preparado, no hay un tiempo establecido pero ayuda ponerse un 'timming' para que la situación no se mantenga eternamente», recomienda Estévez.

Por otro lado, San Román distingue entre dos tipos de personalidades y cómo gestionan estos recuerdos: los evitadores, es decir no quiero saber nada de esa persona y que nada de mi alrededor me recuerde a ella; y los que hacen una inmersión plena en los recuerdos. «Ninguno de los dos tipos es mejor o peor, ambos son correctos, dentro de un orden. Lo importante es saber qué necesito y me viene bien en este momento de ruptura », dilucida el psicólogo. Asimismo, advierte que ambos perfiles tienen desventajas, pues ambas situaciones («forzar la idea de 'aquí no ha pasado nada, miro hacia delante' o de revisar de manera compulsiva los materiales») pueden volverse improductivas o bien generar malestar.

Otro 'melón' que se abre es el si dejar de seguir en redes sociales a la expareja, así como a sus amigos y familiares. Dice Laura Palomares que al comienzo de la ruptura es esencial poner espacio físico con la expareja , y eso pasa por el mundo virtual. «Comprobar su perfil, o el de sus amigos y familiares, así como tratar de saber qué hace o cómo está, será siempre generador de ansiedad», asegura. Añade Sheila Estévez que es importante decidir si romper con la pareja también implica romper los vínculos digitales. «Se puede desconectar por completo con el entorno del 'ex', o bien desaparecer un tiempo de redes sociales para no entrar en caer en la tentación de estar pendiente, más aún si la expareja tiene el perfil público», comenta.

Evitar el malestar de las redes sociales

Por su parte, San Román dice que muchas veces tiene que ver cómo ha terminado la relación, y cuál es la relación con sus amigos y familia, para decidir si se corta también la interacción por las redes. «Creo que siempre es importante recordar que las redes sociales deben ser siempre herramientas a nuestro servicio , no fuentes de malestar. Si hay que eliminar a alguien en un momento dado se le elimina y punto, no es ningún crimen ni nada tan tremendo», apunta el psicólogo.

Queda patente que, si se guardan o borran los recuerdos, y se aleja uno en las redes sociales, suele ser de ayuda para gestionar mejor la ruptura . Pero, ¿pasa algo si decidimos no hacerlo? El psicólogo de 'ifeel' dice que todo depende de nosotros, y cómo gestionemos esos recuerdos. Con las redes, asegura que todo depende de «qué se nos despierte cada vez que vemos una publicación del otro», o cómo nos siente el pensar que el otro puede estar accediendo a lo que publicamos nosotros. Reitera Sheila Estévez que si no somos capaces de 'soltar' esos recuerdos, y vemos que estamos estancados en el duelo, entonces definitivamente nos son dañinos. «La gestión emocional que tendríamos que hacer, consciente o inconscientemente, la habremos dejado en 'stan by'», indica. Y esto no tiene otro resultado que quedarnos atrapados en el pasado: es difícil conocer a alguien nuevo y tener una relación de manera honesta si no somos capaces de hacerlo bien.

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