Navidad

Lo que pasa en la cena de empresa, ¿se queda en la cena de empresa?

Consejos prácticos para evitar perder los papeles en las comidas, cenas o encuentros que organiza la empresa en Navidad

Varios compañeros de trabajo, en la cena de empresa
Raquel Alcolea

Raquel Alcolea

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«Cena de empresa»... La expresión en sí misma despierta todo tipo de emociones encontradas, que además no siempre son positivas. Aunque lo habitual es que estos encuentros laborales pre-navideños sean celebrados por parte de la empresa con vocación de estrechar lazos entre los equipos o como excusa para festejar algún logro o el cumplimiento de objetivos, lo cierto es que, tal como explica José Miguel Sánchez, «motivational speaker» especializado en psicología del trabajo, algunas compañías pueden llegar a usar esos eventos para dar avisos, toques de atención o incluso reprochar algo que haya salido mal.

Este tipo de acciones son un error, según explica el experto, pues en realidad las comidas o cenas corporativas pueden suponer una gran oportunidad para celebrar lo que se ha conseguido durante el año en un contexto que resulta idóneo. En estas fechas muchas personas conectan con su espiritualidad, se reencuentran con los familiares y amigos y dejan que aflore el ser humano solidario y empático que llevan dentro. Por eso el experto recomienda aprovechar estos encuentros para alegrarse del esfuerzo realizado y disfrutar de momentos divertidos y agradables con los compañeros fuera del entorno habitual.

Cinco cosas que nunca debes hacer

Una vez aclarado el sentido de este tipo de encuentros y cuando ya nos hemos decidido a disfrutar de ello, en lugar de quejarnos o de vaticinar que será algo tedioso, es importante tener claro que este tipo de eventos no es ni una reunión de amigos, ni una fiesta desenfrenada. De hecho, para José Miguel Sánchez, existen cinco cosas que deben evitarse siempre en estos encuentros laborales:

Perder los papeles . Parece obvio, pero no por tener claro esta máxima se logra evitar fácilmente. Saber cuál es el papel que te corresponde en la empresa y cuáles son los vínculos o relaciones que has trabajado durante el resto del año te ayudará a mantener una actitud adecuada en un entorno que, aunque se celebre en otro contexto, sigue siendo laboral.

Abusar del alcohol . «No hay nada que guste menos que ver bebida a una persona con la que trabajas habitualmente», señala Sánchez, que incide especialmente en el caso de algunas personas que además saben que no les suele sentar bien beber alcohol.

Hablar mal de los compañeros . Aprovechar ese entorno más relajado para criticar a las espaldas provoca rechazo y desconfianza.

Falsas apariencias delante de los jefes . «Venderte» en exceso a los responsables del equipo aprovechando un entorno distendido suele jugar en tu contra, según revela el experto.

Tratar temas políticos o religiosos . Esta máxima, que suele aplicarse también como recomendación para evitar conflictos en los encuentros familiares, es igualmente válida en las cenas de empresa. «Recuerda que es un momento para disfrutar y que no merece la pena generar conflictos que puedan convertirse más adelante en una etiqueta en tu contra», aclara José Miguel Sánchez.

Pautas para un encuentro exitoso

Partiendo de la base de que el objetivo de estos encuentros es compartir momentos distendidos con esas personas con las que pasamos muchas horas al día, el coach laboral explica que algunas actitudes y comportamientos pueden contribuir a que la reunión sea exitosa.

Ser uno mismo y procurar no interpretar un papel es una de las claves, aunque también lo es tener la capacidad de mantener con los compañeros una conversación agradable sobre temas banales que no tengan nada que ver con el día a día de la compañía o con temas de más calado (recordemos lo de evitar la política y la religión).

También resultará útil en estos eventos aprovechar para charlar con aquellas personas con las que habitualmente no tenemos trato. Esto ayudará, según comenta el experto, a crear una red interna de contactos que permita en el futuro resolver conflictos o afrontar retos desde un conocimiento y confianza mayor con los compañeros de otros departamentos con los que no se suele trabajar habitualmente. «Si en momentos puntuales tengo proyectos conjuntos con estas personas, estas conversaciones más tranquilas que suelen tenerse en la cena de Navidad harán que luego podamos trabajar con ellas si tener que dedicar tiempo a iniciar o a construir la relación», explica Sánchez.

Y la última pauta es la más importante: celebrar. «Hay que aprovechar para generar serotonina, oxitocina y endorfinas a través del disfrute de la conversación, la buena comida y la compañía de los otros en un momento del año tan especial», comenta.

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