Ana Polegre (Enfermera en Apuros)

«Es humano intentar volver a la normalidad, incluso a los errores de siempre»

La enfermera e ilustradora Ana Polegre busca con «Coronavirus» poner en relieve las historias de miles de enfermeros que viven en primera línea la crisis sanitaria

Cortesía de la autora

M. Alcaraz

Aunque durante un par de meses todos salían a las 20.00 horas justas para aplaudir la labor de los sanitarios durante los días más duros del confinamiento, la pandemia se ha alargado y ahora, en pleno pico de contagios y fallecidos, parece que se ha olvidado el trabajo constante que realizan médicos y enfermeros para intentar doblegar la situación y ayudar a todos. Por ello, para poner el foco sobre esta labor, y no dejar que se olvide, Ana Polegre, más conocida como «Enfermera en Apuros», ha recopilado en «Coronavirus» (Zenith) multitud de historias en las que, enfermeros que han estado en la primera línea, cuentan su experiencia..

Lo que busca Ana Polegre es darle voz a todos aquellos sanitarios que lo han dado todo por nosotros y que necesitan y merecen ser escuchados. «El libro contiene verdad. Contiene historias impactantes, desgarradoras, emocionantes y muy, pero muy, reales que han vivido las enfermeras y todo el personal sanitario durante la crisis de la Covid-19», explica la autora al comienzo de este. Ella, enfermera de formación y vocación, y también ilustradora, a través de «Enfermera en Apuros» busca divulgar sobre las dificultades del colectivo de enfermería , y poder aportar su granito de arena. Hablamos con ella en ABC Bienestar sobre cómo el colectivo de enfermeros necesita hoy día más apoyo que nunca, y si es verdad eso de que «vamos a salir mejores» de todo esto.

¿Por qué es tan importante visibilizar al colectivo de enfermería, algo que tú haces con tu labor diaria, en un momento como el actual?

Me parece muy importante, lo hago desde hace años, y ahora mismo creo que es muy importante hacerlo a través del libro porque, a pesar de que parece que al comienzo de la pandemia se le dio el valor que le corresponde a la enfermería, y a la lucha que se estaba llevando a cabo en medio de esta locura, se sigue olvidando el trabajo que se hace. Tanto el gremio de la enfermería como el resto de sanitarios son profesiones muy explotadas y con un montón de precariedad y de problemas. Creo que es importante que se conozca lo que hacen, lo que luchan y todo lo que han hecho a pesar de todo el maltrato que han sufrido y que siguen recibiendo.

Las historias que narras en el libro, todas tiene un común denominador: ser muy difíciles de gestionar a nivel físico y especialmente emocional. ¿Crees que es importante dar un apoyo psicológico a los enfermeros?

Es fundamental, es algo que, cuando yo estudié la carrera, eché en falta. Recuerdo ver una cosa muy por encima, de cómo hacer frente a ciertas cosas, como puede ser comunicar un fallecimiento, pero me pareció deficiente la formación en el plano psicológico, tanto de lidiar con personas, como lidiar con los sentimientos propios. Se tiene trato con personas en momentos muy vulnerables de su vida y es muy importante. Ahora, a raíz de la pandemia, hay una gran necesidad de ayuda psicológica en el sector. Tenemos compañeros con trastornos mentales, con depresiones, cogiendo bajas; no pueden más. A parte de lo que se ha sufrido, no han dejado de trabajar, no han tenido tiempo para sanar las heridas de todo lo que han visto.

¿Qué podemos hacer nosotros para apoyar a un enfermero, o un sanitario, si tenemos a alguien cerca?

Yo creo que ahora mismo lo que más ayuda es seguir las recomendaciones, el problema es que la tercera ola está aquí y es una situación como lo que se vivió en marzo en este país. Entonces, cuidarnos es doble e intentar hacerlo bien. A otro nivel, es un momento de apoyar a todos los sanitarios, porque se están pisoteando muchos derechos, y es esencial que toda la población tienda la mano a los sanitarios. Todos necesitamos descansar, y ahora mismo es algo que no se tiene en cuenta.

¿Qué dirías a las personas que se agobian por llevar mucho tiempo en casa, que sienten que no pueden aguantar más sin ver a su familia, para mantenerse «fuerte»?

Yo también soy una persona, como todos, que lleva un año en esta situación. Es muy duro mantenerse durante tanto tiempo en una situación así. Aparte de las restricciones, psicológicamente vivir el proceso de que te vayan quitando libertades, y no poder hacer ciertas cosas... Pero ya llevamos un año, ya tenemos la vacuna aquí y yo sigo que es muy importante hacerlo bien en la recta final. Hay que aguantar un poco más, estar en casa y aprovechar el tiempo que nos da eso.

Últimamente hablamos mucho de la resiliencia, un término que se utiliza tanto que incluso queda desvirtuado. ¿Qué es, entonces, lo que tenemos que entender como resiliencia?

Para mí es sobreponerte de los baches naturales de la vida, y hacerlo de la mejor forma que puedas y sepas hacer. Al final todos estamos lidiando en un aprendizaje continuo con la vida. Entonces hay que «vivir» con tranquilidad, respetando los tiempos propios de cada uno.

En marzo, abril, mucha gente decía aquello de: «Vamos a salir mejores de esto». ¿Crees que esto va a ser así, que vamos a aprender a valorar mejor las cosas?

Es muy difícil, porque es algo muy intrínseco del ser humano, al final las experiencias traumáticas suponen un shock muy grande, y algo cambia dentro de ti. Pero, con el paso del tiempo, esto vuelve a la normalidad. Yo te hablo de mi experiencia propia: sufrí un cáncer de tiroides hace tres años y hay ciertas cosas que cambian al principio de manera radical. Piensas «voy a aprovechar esto», «voy a vivir, a disfrutar de los momentos», y al final con los años vuelves a la dinámica de estrés, de trabajo, del día a día. Entonces, parece que siento y digo: «No he aprendido nada», y tienes que recordar lo que ocurrió. Creo que en general, si quedará algo en las personas que han sido más empáticas con la situación de la pandemia, porque les haya tocado vivir algo de primera mano, o los sanitarios... pero es humano intentar volver a la normalidad, incluso a los errores.

¿Qué crees que podemos aprender todos de los enfermeros en estos momentos?

La capacidad de trabajo, y la capacidad de ayuda. Al final han ido a una guerra sin armas; no se lo han pensado. Han doblado turnos, han suplido a compañeros que estaban de baja porque habían contraído la enfermedad, quitándose horas de sueño, de familia, de vida. Y todo esto es por una vocación, porque, si no son ellos, ¿quiénes son los que te van a ayudar? Al final es una vocación y una profesionalidad mayúsculas.

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