Esto es lo que ayuda a activar el poder metabólico del cerebro

Beatriz Campos, experta en nutrición, explica en 'El sobrepeso emocional', el libro que ha escrito junto a la psicóloga Anna Sibel, cómo mantener una relación más sana con la comida

Raquel Alcolea

Raquel Alcolea

Esta funcionalidad es sólo para registrados

Nuestros pensamientos, creencias y emociones tienen un impacto directo sobre cómo asimilamos, digerimos y quemamos calorías y también sobre los alimentos que elegimos, según asegura Beatriz Campos, experta en nutrición y autora de 'El sobrepeso emocional' junto a la psicóloga Anna Sibel. Pero además las autoras revelan que existe un metabolismo emocional y que somos más que la suma de lo que comemos, ya que, de alguna manera, también tenemos que digerir y metabolizar las historias, los miedos, los sueños, las experiencias y los traumas.

Existen, por tanto, algunos pensamientos que no nos dejan bajar de peso y que, para neutralizarlos, requieren que pongamos en marcha el poder metabólico del cerebro . Una de las claves para hacerlo, según aconseja Campos, es aprender a activar las ondas alfa del cerebro , que son las que se activan cuando tenemos una sensación de bienestar y paz interior. Para ello es fundamental aprender a gestionar la hormona del estrés, el llamado cortisol, que es además el que almacena la grasa. «Cerrar los ojos y centrarse en la respiración, escuchar música relajante, practicar aromaterapia con aceites esenciales (lavanda, mandarina y bergamota) o darse un baño relajante son ejercicios que, si se practican a diario, pueden aportar beneficios muy pronto», asegura.

Incorporar actividades diarias que aportan placer también tienen un importante impacto metabólico, así como seguir el hábito de agradecer y aceptar que las cosas son como son. «No aceptar lo que no nos gusta nos hace sufrir y nos roba mucha energía. Si lo aceptamos podremos poner nuestra energía en construir nuestra mejor versión», propone la experta en nutrición.

También es importante tener claro que nuestro posible malestar no tiene nada que ver con la comida y que el sobrepeso es un mensajero al que no escuchamos, sino que preferimos ocultar tras dietas, pastillas, batidos sustitutivos o cirugías. «Nuestra relación con el peso y el cuerpo es un reflejo de nuestra relación con la vida. El mensajero volverá y será cada vez más insistente. Es como cuando te llega un recibo y no lo pagas. Al mes siguiente o tarde o temprano te vendrá con recargo», argumenta Campos.

Una técnica que puede resultar útil y que contribuye a la activación de las ondas alfa del cerebro es la llamada « parada del pensamiento ». Lo que propone la autora es que, cada vez que aparezca uno de esos pensamientos que nos boicotean, los escribamos en una libreta. «Con ello daremos la orden a nuestro cerebro de que ya basta y de que ya no los queremos. Con este ejercicio podemos descubrir la infinidad de pensamietnos que se generan durante el día que en realidad son solo creencias, pues solo se apoyan en opiniones distorsionadas de la realidad», aclara.

Igualmente dedicar 10 o 15 minutos al día a la meditación de modo que podamos observar nuestras sensaciones, nuestro cuerpo y nuestros pensamientos sin juzgarlos es otra de las prácticas que mejora el poder metabólico del cerebro.

Practica la alimentación consciente

Un estudio publicado en la recista 'Science', llevado a cabo por investigadores de la Universidad de Harvard, mostró que nuestra mente pasa el 46% del tiempo divagando, es decir, sin experimentar realmente lo que está sucediendo. Así, cuando divagamos, nuestra metne funciona en piloto automático. Y esta capacidad, que puede ser útil en muchas ocasiones, se convierte en un problema si nos acostumbramos a funcionar así y no prestamos atención, por ejemplo cuando nos relacionamos con la alimentación. Nuestra mente va saltando de pensamiento en pensamiento y eso nos lleva a que compremos, preparemos y consumamos los alimentos bajo el influjo de esa dinámica. Eso nos lleva a que, si no estamos presentes en todas esas elecciones, es probable que las estemos haciendo de un modo muy distinto al que lo haríamos de forma consciente.

La alimentación consciente , por tanto, implica escoger, cocinar y consumir la comida dándole al cuerpo lo que necesita para sentirse respetado, nutrido y cuidado. «Comer tiene que convertirse en un acto de autocuidado. Debemos reflexionar no solo en lo que comemos, sino también en cómo lo comemos», aconseja Campos. Para ello propone estas pautas que pueden ayudar en esa tarea:

  • Planifica tus menús semanales con antelación y elabora una lista con alimentos frescos, de cercanía y nutritivos.

  • Lee bien las etiquetas de los alimentos procesados

  • Dedica tiempo a cocinar y disfruta de ello. Puedes cocinar en unas horas platos para varios días (batch cooking)

  • Pregúntate si comes porque tienes hambre o porque estás cansado, aburrido o necesitas un premio

  • La hora de comer es para comer, no para adelantar trabajo o consultar el móvil

  • Intenta comer en un ambiente bonito y agradable

  • Come despacio, mastica bien, saborea la comida u descansa enrte bocados

  • Bebe agua durante el día, las sensaciones de apetito y sed provienen del hipotálamo y pueden confundirse

  • Come cuando tengas hambre, no tienes por qué comer siempre a la misma hora

Jugar a redescubrir los alimentos y las sensaciones que nos producen al consumirlos con los sentidos también es un ejercicio eficaz para entrenar la alimentación consciente .

La experta invita a probar para ello la siguiente dinámica: Imagina que eres un extraterreste y llegas al planeta Tierra donde te encuentras por primera vez con el alimento que tienes en el plato (escoge el que quieras). No sabes lo que es por lo que debe sactuar con cuidado al probarlo. Al principio tendrías que tocarlo para saber cuál es su textura (dura, blanda, esponjosa, rugosa, lisa..) y explorar las sensaciones que te produce. Después tendrías que cerrar los ojos y olerlo para averiguar si te resulta apetecible o evocador. Una vez que lo metas en la boca podrás pasearlo por ella sin masticar para apreciar su sabor, sus aromas y las sensaciones que te produce. A continuación deberás masticarlo bien y al tragarlo podría ser útil repetir mentalmente el nombre del alimento. Una vez que realices esa práctica anota tus reflexiones y habrás sentido lo que es realmente comer de forma consciente.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación