La Andalucía vaciada

La mitad de los pueblos andaluces pierden población desde hace 20 años

La falta de oportunidades es la causa principal del abandono de las zonas rurales

La mitad de las provincias sufre el síndrome de la Andalucía vaciada

A. S.

Andalucía no es la España interior que muere y se vacía. Pero tampoco un paraíso demográfico. Como el resto de la nación sufre el grave problema del descenso de la natalidad y el envejecimiento de su población. Y lo que es más importante, la despoblación de las zonas rurales con tendencia a la concentración en núcleos urbanos o el litoral y la migración hacia otras comunidades o países por falta de trabajo y oportunidades. Que el primer discurso de Navidad del presidente de la Junta, Juanma Moreno , se hiciera desde el municipio más pequeño de Andalucía , Cumbres de Enmedio , Huelva, 52 habitantes censados en 2019, no era baladí. Hay una preocupación creciente, y en esto hay un consenso en todos los grupos políticos sin excepción.

Ya en julio del año pasado el consejero de la Presidencia, Elías Bendodo, dio los nombres y apellidos de las comarcas de actuación prioritaria para atajar este fenómeno desolador: la serranía de Ronda lindante con Cádiz en la provincia de Málaga, el nordeste de Granada y los pueblos de la zona norte de las provincias de Huelva, Jaén, Sevilla y Córdoba. Los estudios realizados entre 2006 y 2016 constatan una importante dinámica poblacional negativa, añadió. El 54% de los municipios andaluces ha perdido población desde el año 2000 y en el caso de los de menos de 5.000 habitantes, la despoblación afecta al 71%, recordó Bendodo. El dato definitivo es que más del 25% de los andaluces vive en municipios en los que sus habitantes se marchan porque no hay oportunidades.

Los objetivos para combatir esta lacra se repiten gobierno tras gobierno independientemente de su color. Programas para fomentar el empleo agrario y garantizar el relevo generacional ; en este apartado la crisis de la construcción ha frenado bastante el éxodo. El desarrollo de servicios públicos digitales o un nuevo impulso a los grupos de acción local. A esto añádase las facilidades para tener cobertura universal de banda ancha para núcleos de población de menos de 20.000 habitantes. En cuanto a infraestructuras, hay una intención de aumentar el número de plazas en viviendas en alquiler a precio asequible, así como facilitar la autopromoción y autoconstrucción de viviendas unifamiliares. Igualmente, se trabaja en el transporte a demanda en las zonas rurales. Esto ayudaría a la movilidad asistencial, sanitaria y educativa.

ABC recorre en este reportaje las zonas con menor población de Andalucía

Hay municipios en la provincia de Almería donde los vecinos no tienen dónde ir a comprar, tampoco un lugar de esparcimiento para tomar algo con los amigos y echar las tradicionales partidas de cartas. En las comarcas del interior, principalmente en Nacimiento, Filabres, Los Vélez y Almanzora es dónde más se padece la ausencia de servicios.

La mayoría de los pueblos de estas zonas son muy pequeños. Como ejemplo, Benitagla, Beires, Castro de Filabres y Alsodux que tienen menos de 150 habitantes. Aquí ya sufren los efectos de la despoblación, aunque consiguen abastecerse gracias a los vendedores ambulantes que con sus furgonetas llevan pan y otros alimentos varias veces a la semana. El invierno en estos pueblos es duro, ya que el frío también limita el único ocio al que tienen acceso como los paseos o las tareas del campo. El día a día se vive en torno a la chimenea y la televisión, con momentos alegres cuando reciben la llamada de sus hijos que emigraron a otras zonas. En Tahal , el Ayuntamiento llegó a emitir un bando para ofrecer el alquiler de un local con un coste simbólico para la instalación de una tienda de alimentación tras cerrar la única que había en la villa. Sin comercios y apenas servicios, estos vecinos se ven obligados a desplazarse a otras localidades para cubrir sus necesidades. Y aquí surge un nuevo problema, el transporte. En la mayoría de los casos se trata de población de avanzada edad que ya no conduce o no dispone de vehículo. Hace dos años, una marca de automóviles puso en marcha la campaña «Los cowboys del desierto» y crearon un servicio de diligencia gratuito para conectar varios pueblos de la zona de Filabres.

Curiosamente, en estas localidades afectadas por la despoblación cuentan con diferentes infraestructuras como pistas de frontón, edificios polivalentes y hasta centros Guadalinfo, a través de los que se fomenta el envejecimiento activo. Las iglesias de estas localidades también ejercen su labor dinamizadora , se convierten en un punto de encuentro más de sus parroquianos.

Ya hay muchos pueblos en Almería donde ha vuelto la venta ambulante porque no hay tiendas

La provincia de Jaén pierde más de 5.000 habitantes cada año . Y la situación no revierte. De hecho, el Instituto de Estadística y Cartografía de Andalucía pronostica que en 2040 la población será un 16 % menor. El descenso demográfico se apuntala en el envejecimiento, la baja natalidad y la falta de oportunidades laborales. Esta mezcla de edad avanzada, escasos nacimientos y empleos precarios es especialmente relevante en las zonas de sierra. La prospectiva dibuja un panorama preocupante para l as áreas rurales de Cazorla, Segura, Las Villas y las de Mágina , cuyos municipios pierden continuamente población. Así, 5 de los 13 municipios enmarcados en la Sierra de Segura tienen menos de 1.000 habitantes. Su pueblo más importante, Beas, no alcanza siquiera la cifra de 5.200 personas censadas, mientras localidades como Orcera y Segura de la Sierra se alejan de los 2.000 habitantes. Los grandes núcleos de población también experimentan retrocesos. La capital pierde una media de medio millar de habitantes por año y Linares, la segunda ciudad en importancia, 1,7 habitantes cada día. Desde 2010, la provincia ha perdido casi 33.000 personas censadas. En 2018 la población de Jaén ascendía a 636.586 habitantes. El retroceso es constante: hace 70 años, Jaén era, tras Sevilla, la provincia andaluza con más población . La situación tiende a agravarse por la crisis de precios del aceite de oliva.

El Valle de Genal en Málaga pierde población cada vez que se revisa el censo, según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE). Los quince pueblos que integran este espacio natural malagueño sufrieron un descenso de población entre 1996 y 2018 del 18,40 por ciento. La bajada más importante hasta la revisión con datos de 2018 es la de Genalguacil con un 37 por ciento y Jubrique con un 35,45 por ciento. En el caso de Genalguacil, el más golpeado por la pérdida demográfica , se ha creado hasta una delegación municipal contra este problema. La concejala de Despoblación es Marta Calvente, que asegura que uno de los mayores problemas que tiene el municipio es el aislamiento. «Es el peor comunicado de toda la comarca y el que está más lejos de los servicios directos en Ronda. En llegar a la Costa del Sol se tarda 50 minutos», explica la edil, que añade que intentan combatir la huida de personas convirtiendo el pueblo en un museo.

En Granada, 174 localidades

La provincia de Granada es, de todas las de la comunidad, la que más municipios tiene, con un total de 174 localidades. Donde más habitantes hay es en la capital, su área metropolitana y la costa. Por contra, los municipios más despoblados , faltos de infraestructuras, se encuentran en e l norte de la provincia —donde tratan de dinamizar el territorio con proyectos como el del Geoparque de Granada— y La Alpujarra . Ha sido precisamente allí donde los efectos de la despoblación han encendido la llama de la protesta ante los paulatinos recortes escolares. Cuatro meses y varias manifestaciones después, el consejero de Educación, Javier Imbroda, ha visitado Granada para sofocar los ánimos y anunciar la suspensión de los planes para las escuelas rurales, con el correspondiente cese del delegado territorial del ramo. Los padres piden soluciones a los problemas que ya hay: «Están los niños con plastilina, saltando, llorando… con niños que tienen que aprender a sumar y leer», denuncia Irene Avivar, del CPR Guadalfeo , de Torvizcón : «Todas las maestras son buenas, tienen vocación, pero humanamente es imposible».

Información elaborada por R. Maestre (Sevilla), R. Pérez (Almería), J. López (Jaén), L. Rama (Granada), J.J. Madueño (Málaga) y R. Font (Huelva)

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